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Nuria Vega
Jueves, 9 de junio 2016, 00:06
Rodeado de niños y en un formato televisivo al que está poco habituado, Mariano Rajoy ha confesado sus planes de futuro. A veinticuatro horas de que arranque la campaña electoral, el candidato del PP asume el rechazo del PSOE a formar parte de una gran ... coalición y contempla ya liderar un gobierno en minoría. Si es así, no nos queda más remedio que gobernar solos, ha avanzado sin ocultar la dificultad de la empresa que plantea.
Para lograrlo, el presidente de los populares necesitará ganar las elecciones y negociar al menos la abstención de Ciudadanos y los socialistas, que por ahora se niegan a facilitar un Ejecutivo de Rajoy. Espero que esta vez todos actuemos con sentido común y buen juicio, ha confiado sin admitir en ningún caso la posibilidad de tener que convocar unos terceros comicios o de perder la Moncloa. Creo que vamos a ganar las elecciones y voy a volver a ser presidente, ha zanjado.
Su candidatura no es, por ahora, negociable, pese al veto planteado por Albert Rivera, que no ve en el presidente al líder que requiere la nueva etapa política. Debe gobernar el que los españoles digan que tiene que gobernar, ha respondido a Ana Rosa Quintana y a los niños del programa de Telecinco '26J, quiero gobernar'. Si la gente elige a uno, aunque no nos guste, tenemos que respetar lo que diga la gente, ha explicado a los más pequeños, a quienes incluso les ha garantizado llevarse bien con Pedro Sánchez. Esto es como el fútbol -ha comparado-, uno es del Madrid, otro es del Atlético, se pelean, pero en los momentos importantes están todos en la selección española. Pues aquí es igual, de vez en cuando discutimos, pero en lo importante nos llevamos bien.
"¡Nunca te jubiles!"
Ninguno de los peculiares entrevistadores de esta noche forma parte del electorado al que se dirige el PP, pero alguno de ellos asegura poder influir en el sentido del voto de sus padres. Es el caso de Esther, que se declarado fan del presidente junto a Timi, al que Rajoy ha acabado por prometer la vicepresidencia del Gobierno. ¡Nunca te jubiles!, le ha sorprendido el pequeño. Es de las cosas más bonitas que he oído en mucho tiempo, ha confesado el jefe del Ejecutivo en funciones, últimamente acostumbrado a que cuestionen su liderazgo dentro y fuera de su partido. De hecho, asegura que una de las preguntas más recurrentes de su hijo Juan, que no quiere que deje la política, es: Papá, ¿por qué tanta gente se mete contigo?
Hoy, por lo menos, ha encontrado media hora de tregua. No han faltado las preguntas sobre corrupción y se ha visto obligado incluso a explicar que es eso de dinero negro, pero también ha contado con los halagos de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha recordado cuánto le gustaba el chocolate de su vecina doña Pepita y ha podido aligerar el programa de campaña con promesas como no afeitarse la barba, no dejarse coleta o no subir las chuches. En esta ocasión, en femenino y en plural.
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