Noche de calimocho y Almax

El PP ha sido el ganador numérico de las elecciones y por las manos de Rajoy habría de pasar la primera opción para formar un gobierno que anoche se antojaba imposible y que, mucho me temo, hoy, cuando claree la mañana, no ha de encontrar un horizonte más despejado. El PP y @marianorajoy se han dejado en el trance de los últimos cuatro años cerca de cuatro millones de votos. Es lo que tiene en tancredismo. 3,8 millones de votos menos, por ser exacto, cuando se ha sumado el 98,8% de los escrutinios. Ni la recuperación económica, ni la promesa de dos millones de empleos en los próximos cuatro años, ni, ni... le han librado de un zasca de mayor cuantía, de un batacazo más contundente..

¿Y en La Rioja? Aquí el bofetón ha sido peliagudo igualmente: 28.000 votos menos ha logrado la plancha liderada por Emilio del Río respecto de la que hace cuatro años encabezaba Conrado Escobar. Un dato concluyente en lo absoluto que, si nos ponemos, también ha de tener su lectura en clave interna cuando la página electoral deje paso a capítulos de la trascendencia de la sucesión de Pedro Sanz al frente de la familia popular riojana, justa en la que han de batirse el hoy multiconsejero Escobar y el diputado electo Del Río más pronto que tarde.

La contraparte de la añosa pareja del viejo baile, el PSOE, se despertó de su sueño con 1,5 millones de votos menos en la faltriquera, que no es cosa menor, aunque los más de la causa respirarían aliviados porque, otra vez más, las encuestas no hayan acertado con sus augurios siempre negativos sobre un Pedro Sánchez ninguneado como pocos. Un @sanchezcastejon que tiene para sí una papeleta jodidamente complicada. El único camino que le conduciría a La Moncloa le obligaría a un pacto con los catalanes... con la más que muy mala venta que tiene el asunto. ¿Y franquear el paso a otro Ejecutivo del PP?, me interrogo. A uno se le ocurren fórmulas más rápidas e indoloras de suicido, me respondo.

La orilla de los emergentes digería anoche su impetuosa irrupción en la pista con calimocho y . Del primero daban cuenta en Podemos con indisimulada satisfacción de saberse los del nuevo cambio, los mas listos de la clase del nuevo proceso constituyente y del nuevo rumbo de la política nacional. En La Rioja han apañado un escaño que casi nadie habían acertado a adivinar y que sí los más habían orillado para Ciudadanos, los que se aliviaban con el antiacidez. Y es que C's ha sido víctima de sus propias expectativas en España y en La Rioja. Rivera no ha sido suficiente y el ciudadano, puesto a elegir, ha preferido el original al sucedáneo.