Rivera asegura que el cara a cara dará muchos votos a los nuevos partidos

Tal es su convencimiento que ha explicado que había colgado las dos horas de grabación en Twitter "para que los españoles vean lo que no queremos". "Va a decantar a muchos indecisos para reclamar un cambio", ha indicado. "El debate es una oportunidad" para Ciudadanos en este último tramo de la campaña electoral, porque los cara a cara, añadió, "no se ganan con insultos sino con propuestas, de las que no hubo ninguna".

El presidente de Ciudadanos ha criticado que Sánchez y Rajoy solo hablasen de pasado y nada de futuro y ha comentado que él es muy crítico con el actual presidente del Gobierno en muchísimas cosas, "pero nunca llegaría a insultarle", como cree que hizo el líder del PSOE cuando le dijo que "no es decente".

Rivera estaba especialmente molesto porque los líderes de los dos principales partidos del país no dedicasen en dos horas de debate más que un minuto para hablar de lo que considera "uno de los problemas más importantes que tiene España", como es el desafío al Estado del separatismo catalán.

Considera que es "significativo" que encontrasen tanto tiempo para insultarse y nada para tratar de "seducir" a los catalanes, para proponerles cambios o reformas que vuelvan a ilusionalos en el proyecto común de España.

El líder de Ciudadanos ha atribuido este desinterés a que PP y PSOE son desde las pasadas elecciones autonómicas "partidos secundarios" en Cataluña, donde su formación, en cambio, prácticamente duplica a ambas siglas y aspira a pelear en las generales por ser el partido más votado.

Paseo accidentado

Rivera ha anulado hoy su asistencia a los mítines programados por Ciudadanos en La Coruña y Oviedo para poder asistir a los funerales por los dos policías nacionales asesinados en Afganistán y ha limitado toda su actividad de campaña a un paseo improvisado por las calles de Guadalajara.

Durante el recorrido, además de recibir los saludos de numerosos ciudadanos, atendió los requerimientos de unos trabajadores en huelga que querían contarle los problemas de su empresa, deseó buena suerte a los militantes de Podemos cuando pasó por delante de su puesto electoral, y mantuvo una discusión con un joven -posible votante de Podemos- que le abordó en plena calle y que le reprochó durante un par de minutos su propuesta de contrato único con indemnización creciente, que el viandante considera que es tanto como instaurar el despido libre.