Sánchez, entre pucheros

«Andaba @sanchezcastejon y andaba fino de estampa: fresco, joven, sonriente, atento, conversador, optimista incluso...»

José Antonio Del Río

Sábado, 12 de diciembre 2015, 16:33

Para cuando llegó a Esmaltaciones la Estrella, pasado el mediodía, @sanchezcastejon había tenido tiempo sobrado de digerir con solvencia la última encuesta del desayuno. Cuestión de costumbres. Si uno tomase callos un día al año y los otros 364 le diera por lo vegano, tendría ... muchas posibilidades de padecer, cuando menos, una dispepsia galopante que derivaría, en el mejor de los casos, en una diarrea de mayor cuantía y discúlpenme que no entre en otros detalles.

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No es el caso del candidato socialista, del que desconozco sus usos alimenticios (más allá de su grave error de ayer al desatender la ocasión de probar el higadito de cabrito del Sebas que, como sabrá el avisado lector, gloria pura es) pero al que supongo curado de espanto («quién dijo miedo, si para morir nacimos») con la ración de encuestas que lleva entre pecho y espalda con la primera mitad ya superada de campaña electoral. La de ayer en la mañana, del Instituto Dym para El Confidencial, no sólo no abandonaba el perfil agorero de otras demoscopias previas, que vienen señalando un batacazo monumental del PSOE el 20D, sino que lo multiplicaba, hurgaba en el bofetón, se recreaba en la faena de tal punto que cuando el que esto suscribe se dirigía al encuentro del candidato se esperaba una imagen desmejorada, taciturna, tristona, pálida de Pedro Sánchez; un Pedrooooooo feúcho, incluso; más fue que no.

En la veterana cooperativa logroñesa donde se fabrican algunas de las mejores cazuelas, cazos y paellas, entre otra utillería coquinaria, a esta parte del Ebro, dicho sea de paso, andaba ligero el líder socialista en busca del voto, y no debía ser mal sitio pues entre pucheros, ya lo advirtió santa Teresa de Jesús en su Libro de las Fundaciones, «anda el Señor ayudándonos en lo interior y exterior». Andaba, decía, @sanchezcastejon y andaba fino de estampa: fresco, joven, sonriente, atento, conversador, optimista incluso... como si de un candidato al que no le anduvieran anunciando cada mañana de cada día un vaticinio más oscuro que la mañana del día anterior se tratase. Y como tal candidato a mitad de campaña echó el rato entre los cooperativistas, se retrató, departió y se saludó con ellos y comprometió un AVE, y más industria y nada de corrupción como si la feria de los barómetros demoscópicos no fuera con él, que todo puede ser, hasta que las reputadas empresas que los elaboran vuelvan a ser las carabinas de feria que sin rubor fueron. O incluso que acierten.

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