Pablo Iglesias: «En el PP no queda incorrupto ni el brazo de Santa Teresa»

Iglesias ha comenzado su discurso con un "buenos días Celia" y se ha dirigido a la exalcaldesa de Málaga para decirle que se toma un café con ella cuando quiera. "Pero al que es corrupto siempre se lo voy a llamar a la cara", ha zanjado.

Con motivo de la entrada hoy en vigor de la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, Iglesias ha acusado al Gobierno de Mariano Rajoy de buscar la liquidación de las grandes causas de corrupción al fijar un tiempo máximo de instrucción de 18 meses, un plazo insuficiente, ha añadido, llegar hasta el fondo de la investigación.

La corrupción no ha sido el único motivo de ataque al PP. Para Iglesias, el hecho de que los populares estén potenciando la imagen de Soraya Sáenz de Santamaría -que él ha bautizado 'Operación Menina'- evidencia que Ciudadanos y el PP preparan ya su pacto postelectoral sin Mariano Rajoy y con la vicepresidenta al frente del Ejecutivo.

Iglesias también ha tenido palabras para Pedro Sánchez y su oferta de alianza para desalojar al PP de la Moncloa. Para el líder de Podemos, el candidato socialista ha tirado la toalla y ya "sólo está preocupado de que Susana Díaz no le mueva la silla".

Frente al pesimismo del PSOE, Iglesias ha exhibido optimismo. "La remontada está en marcha" ha dicho. Una frase en la que, aunque sea de forma implícita, su partido ha sufrido un fuerte desgaste desde que a principios de año liderase las encuestas.