La OTAN vuelve al punto de mira con Rusia acechando el Báltico

Jueves, 7 de noviembre 2024, 01:14

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes en el Tratado de Washington firmado el 4 de abril de 1949, por el que doce países de ambos lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, ... Portugal y Reino Unido) se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión armada contra cualquiera de ellos (España se adhirió en 1982). Ahora, tras la reciente incorporación de Suecia, son 32 los países integrantes de una Alianza sobre la que vuelven a sobrevolar los viejos fantasmas impulsados hace ocho años por el primer Donald Trump, un euroescéptico de manual que llegó a poner en duda la propia existencia de la OTAN al grito de que 'quien quiera seguridad, que se la pague'.

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Y es que el futuro presidente de Estados Unidos nunca ha soportado que los países europeos aporten mucho menos dinero que ellos a las arcas de la Alianza Atlántica. España, de hecho, es el país que menos destina en relación a su PIB, así que el Gobierno liderado por Pedro Sánchez tiene trabajo por delante porque Washington volverá a apretar y mucho en este sentido.

El problema, más allá del apartado económico, reside en el compromiso hasta ahora inquebrantable resumido en el Artículo V de la organización. Es la columna vertebral de la OTAN, la cláusula de defensa colectiva, el uno para todos y todos para uno. Ya saben, si atacan a uno, atacan a todos. Siempre ha sido el muro de contención que ha frenado a Vladímir Putin. ¿Qué pasará ahora después de que Rusia haya traspasado todas las líneas rojas con Ucrania? Las alertas hace tiempo que saltaron en el Báltico, con Estonia, Letonia y Lituania en un punto de mira al que también se ha sumado Finlandia y Suecia, países que han decidido adherirse a la OTAN tras la invasión de Ucrania.

De momento, ayer, el nuevo secretario general de la Alianza Atlántica, el ex primer ministro holandés Mark Rutte, se apresuró a felicitarle y subrayar que está «deseando de volver a trabajar con él para preservar la paz y la prosperidad».

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