La guerra en Gaza, el elefante en la cacharrería de la campaña electoral

Con su poder de financiación a los candidatos al Congreso norteamericano y a los republicanos, el 'lobby' judío de Estados Unidos ha silenciado las críticas de los políticos a la brutalidad de los bombardeos y la invasión de las fuerzas armadas de Israel, que han arrasado 'a sangre y fuego' toda la Franja, han matado a más de 43.000 personas y han sumido en la miseria y la desesperación a sus dos millones de habitantes.

Por otra parte, un gran número de ciudadanos estadounidenses, sobre todo los de origen árabe así como muchos de inclinación demócrata, han protagonizado numerosas protestas por todo el país contra el apoyo militar a Israel.

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Pero el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que desde aquel mismo 7 de octubre prometió hacer todo lo necesario para acabar para siempre con Hamás, ha sincronizado sus planes de guerra con el calendario electoral y se ha asegurado la continua ayuda militar americana aprovechando la debilidad de Joe Biden, a quien no ha hecho ningún caso en sus continuos llamamientos a la moderación en sus ataques sobre Gaza.

La candidata Kamala Harris se ha mostrado más distante con Netanyahu, pero tampoco retirará su apoyo a Israel, mientras que Donald Trump se ha mostrado abiertamente aliado al primer ministro hebreo.

En qué haya podido finalmente influir este conflicto en la elección presidencial, este martes podrá saberse.