Perfil
Illa, una carrera de fondo y otra de obstáculos para llegar a metaPerfil
Illa, una carrera de fondo y otra de obstáculos para llegar a metaSiempre dice que no hay nada comparable con haber sido ministro de Sanidad durante la pandemia más grave en un siglo. Todo lo demás, asegura, le parece casi pan comido. Incluso correr una maratón por primera vez con 56 años. Fue en 2022, en Valencia, ... y bajó de las cuatro horas. Ahora, Salvador Illa deberá afrontar una carrera, de fondo, pero sobre todo de obstáculos. Tras estar estos últimos años en la oposición y obtener una victoria muy amplia, llega su oportunidad de gobernar Cataluña. Aún tiene que sortear la parte final, la más complicada. Tendrá que convencer a los comunes y sobre todo a Esquerra para que voten su investidura. Si no, le quedará la carta de Junts. Si le dan su apoyo, será el tercer presidente de la Generalitat socialista desde la recuperación de la democracia, tras Pasqual Maragall y José Montilla.
Publicidad
Sus adversarios le acusan de ser el líder del PSC menos socialista y menos catalanista. Nacido en la Roca del Vallès, en la provincia de Barcelona, en 1966; licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona y máster en Economía por el Iese, católico y 'periquito' (lo que en Cataluña da un carácter especial), ha hecho casi todo en política: ministro de Sanidad, alcalde de La Roca del Vallès, director general de Infraestructuras en la Consejería de Justicia de la Generalitat y concejal de La Roca, además de primer secretario del PSC o secretario de organización y jefe de la oposición en el Parlamento de Cataluña durante la pasada legislatura. Hizo la mili y llegó a alférez, en el cuartel del Bruc. Empezó a correr en 2018, tras dejar de fumar. Suele salir a las cinco de la mañana, antes de que salga el sol. Le ayuda a mantenerse en forma y a ordenar las ideas del día.
Noticias relacionadas
Miguel Ángel Alfonso
Llega su momento y se pone un objetivo: pasar página a la etapa del 'procés', un periodo que considera una «década perdida» para Cataluña. Tiene experiencia en llegar a acuerdos con los secesionistas. Él fue uno de los principales muñidores del pacto con Junts para gobernar la Diputación de Barcelona en la pasada legislatura y con ERC ha negociado el acuerdo para aprobar dos presupuestos autonómicos durante el mandato de Pere Aragonés.
Aunque fue la cara visible del PSC en la manifestación del 8 de octubre de 2017 convocada por Sociedad Civil Catalana contra el 1-O y contra la declaración unilateral de independencia, la del millón de personas, estos años se ha sentido más a gusto pactando con los independentistas, desde las cuentas del Govern, a medidas para blindar el catalán o el reparto de poder en alguno de los principales organismos autonómicos como TV3. Igual que Pedro Sánchez, estaba en contra de la amnistía y ha acabado por asumirla. Asegura que no habrá referéndum sobre la independencia en Cataluña, pero también decía que la amnistía era anticonstitucional.
Está por ver cómo materializa su promesa de pasar página al 'procés', toda vez que necesitará a los secesionistas, que insisten en que Pedro Sánchez pacte un concierto económico, como el vasco, y negocie las bases de un referéndum. El primer cometido que tiene sobre la mesa es el de que el Govern empiece a centrar sus esfuerzos en resolver los problemas de la gente. El día a día, la política de las cosas, como la sanidad, la educación, la sequía, la desigualdad, la seguridad o la inmigración.
Publicidad
Su reto es «abrir una nueva etapa de ilusión y esperanza». «Ahora toca la tercera gran transformación de Cataluña», ha repetido hasta la saciedad en campaña. «Queremos unir y servir a los catalanes, poniendo los servicios públicos como primera prioridad del autogobierno». En campaña solo reveló quién será su consejera de Interior, Nuria Parlón, actual alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, que dimitió de su cargo en la ejecutiva del PSOE tras el apoyo de los socialistas al 155, en 2017, y el director general de la Policía catalana, que será José Luis Trapero, jefe de los Mossos durante el 'procés'.
Sus adversarios le buscarán las cosquillas a cuenta del 'caso Koldo'. Ya ha comparecido en las comisiones de investigación en el Congreso y en el Senado. Admitió haberse visto con el exasesor de Ábalos en el Ministerio de Sanidad, cuando era ministro, pero negó que el Ministerio de Sanidad firmara contrato alguno con la empresa de Koldo García.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.