El cambio factible tras 24 años

En ese contexto de erosión del partido que ha imperado hasta ahora en La Rioja, el PSOE maneja otra baza a su favor: el resultado de los recientes comicios generales, en los que aupado por el auge de Pedro Sánchez ha superado en apoyos a su principal rival por primera vez desde 1986, recuperando el segundo diputado mientras el PP sólo ha logrado llevar a Cuca Gamarra al Congreso. El viento de popa debe sin embargo concretarse en un escenario que se anticipa aún más fragmentado si cabe. Una circunstancia a la que Andreu no es ajena cuando sentencia que su objetivo es «ganar las elecciones con una mayoría tan amplia para poder formar un gobierno de cambio que impulse a La Rioja al siglo XXI». Un propósito que se traduce en la asunción de que por mucho que mejore su actual posición seguirá precisando el apoyo de alguna (o algunas) de las otras formaciones que ocupen el hemiciclo para desalojar al PP del Palacete de Vara de Rey. Eso sí, con el PSOE como referente máximo. «Somos el único cambio posible», insiste como idea-fuerza de una campaña en la que Concha Andreu conjuga otros dos sustantivos. El primero, crecimiento. «La comunidad necesita crecer económica y poblacionalmente como fórmula de progreso», reflexiona la candidata a presidir el Ejecutivo regional «frente a otro que está agotado, sin proyecto, dirección ni ilusión; debemos acabar con los comportamientos caciquiles y clientelares». Igualdad es otra de las palabras que más se repiten en el argumentario de la aspirante a ser la primera mujer que ocupe la máxima responsabilidad del Gobierno de La Rioja. «La cohesión tanto en nuestra educación como en la sanidad y los servicios sociales iluminarán la acción de gobierno del PSOE», anticipa sin olvidar subrayar su apoyo a los mayores y el protagonismo que, garantiza, tendrá la comunidad a escala nacional en sintonía con el color del Ejecutiva central