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El voto de las dos diputadas de Unidas Podemos resulta «imprescindible» para que el PSOE sume la mayoría que precisa Concha Andreu para convertirse en la nueva presidenta de La Rioja, y a esa baza se aferra la coalición en una negociación ahora encallada. Después ... de que la formación que aglutina a Podemos, Izquierda Unida y Equo adelantara en primera instancia que facilitaría un gobierno progresista sin la condición de entrar en él, el cambio de criterio en la reunión mantenida el lunes con los socialistas desbarató lo que hasta entonces parecía encarrilado.
El anuncio del acuerdo alcanzado con el PR+ para desbrozar el camino en diez Alcaldías sirvió el miércoles al líder del PSOE regional, Francisco Ocón, para avisar a Unidas Podemos de que la exigencia excede su representatividad y recelar tanto del giro en la estrategia de UP como de los nuevos integrantes de la comisión negociadora. Y todo ello, sobre dos premisas básicas para los socialistas: contemplar ejecutivos de coalición a escala municipal pero conformar un gobierno autonómico monocolor .
El exsecretario general y miembro del equipo técnico que dirige provisionalmente Podemos La Rioja, Kiko Garrido, no se dio por aludido y se mantuvo firme en un requisito que, como sí reconoció, el partido concretó a nivel nacional en el Consejo Ciudadano Estatal celebrado el pasado fin de semana. «No ha habido ningún cambio de criterio», se defendió, «sino que sobre un planteamiento inicial se fue avanzando hasta tocar el punto de la estructura del futuro Gobierno de La Rioja y nuestra participación en él, y ahí el PSOE se levantó de la mesa». Tampoco la composición del nuevo equipo negociador en el que Miguel Reinares (Podemos), Henar Moreno (IU) y Joaquín Giró (Equo) han sido relevados por el propio Garrido y dos miembros de la dirección estatal de la formación morada resulta a su parecer relevante. «Lo importante es que los tres partidos ratifiquen los acuerdos a los que se llegue, no quién los negocia», ataja sin desvelar cuántos miembros de la coalición o qué responsabilidad demandarían en ese virtual gobierno bipartito para satisfacer sus aspiraciones.
KIKO garrido | líder de podemos la rioja
Garrido remitió aquí a los pactos en esa línea que ya se han cerrado o están a punto de hacerlo en el resto de España. Empezando por Valencia (donde Podemos ocupa una vicepresidencia) y siguiendo por Baleares, Canarias, Asturias o Aragón. «La Rioja no va a ser una excepción de la postura que mantenemos a nivel estatal», sostiene para insistir en lo clave de su papel y la oportunidad de asumir responsabilidades en el nuevo Ejecutivo riojano: «El PSOE ha demostrado en otras comunidades que acostumbra a incumplir lo que promete y aquí no le vamos a regalar el Gobierno».
Así como Ocón descarta cualquier alternativa distinta a un Palacete con el PSOE como inquilino en exclusiva, sí ve con buenos ojos que UP ocupe uno de los cinco asientos de la Mesa del Parlamento que se conformará el próximo día 20. Y ello, pese a que sólo cuenta con dos diputados y la legislatura anterior, con cuatro, no estuvo presente en el órgano rector del hemiciclo. Garrido descarta que esa posibilidad pueda servir como moneda de cambio para modular sus aspiraciones. «Lo anómalo es que la Mesa no refleje la pluralidad de los escaños», reflexiona a la vez que remite a esa sesión constitutiva de la Cámara como fecha vital para el curso de las negociaciones. «El PSOE quiere la presidencia del hemiciclo, pero la suma de PP y Cs les quita la mayoría, así que ellos verán», subraya volviendo a hacer valer su protagonismo más allá de que la coalición haya restado 15.000 papeletas en las urnas respecto a los comicios del 2015. «Lo que importa ahora -ataja- es la aritmética».
Mayor urgencia aún requieren los pactos en los Ayuntamientos que se conforman mañana. Especialmente en el caso de Logroño, donde socialistas y regionalistas se abren también a que los dos ediles de Unidas Podemos entren con cargos de responsabilidad. «No podría ser de otra manera», afirma Garrido confesando que la negociación prevista en origen con carácter global se han ido ciñendo a cada ámbito por la premura de los tiempos que, no obstante, no deben ser óbice para concretar el cambio dictado por las urnas. «Estamos tranquilos», remacha.
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