De sorteos, plenos pares y cosas varias

Eso sí. No todo está cerrado. En tres localidades los últimos concejales se lo jugarán a cara o cruz. Es lo que tienen las listas abiertas: que los ciudadanos tachan en su papeleta a sus favoritos (dos o cuatro, en función del número de habitantes) y luego llegan los empates. En esta ocasión se lanzará una moneda para Camprovín (que caiga como caiga no arrebatará la alcaldía a IU, pero sí que le podría restar uno de sus cuatro concejales); otra para Cabezón, en donde el segundo edil del PP (el que le garantiza la mayoría) podría cambiar de manos en favor del PSOE para dejar un pleno multicolor junto al edil del PR+; y una última en San Torcuato, en donde la suerte decidirá si Ciudadanos se queda o no con el edil que le atribuye el recuento publicado por el Ministerio del Interior o pasa a manos populares.

Más allá de esos sorteos, que se celebrarán a finales de esta semana, las urnas arrojan otras curiosidades. Por ejemplo, la de los cinco ayuntamientos en los que el número de concejales será par. No habrá problemas (a priori, que nunca se sabe) en Valdemadera, en donde los dos ediles son del PP. En los otros cuatro, la cosa cambia. En Cellorigo uno será del PP y otro del PSOE; en Gimileo y en Hormilleja, 2 del PSOE y dos del PR; y en Torre en Cameros, uno del PSOE y otro del PP. En los cuatro primeros, las listas presentadas eran tan exiguas que no había más candidatos que tachar; en el de Torre en Cameros, sus ocho votantes concentraron las equis en dos de los cuatro candidatos (tres votos para el del PSOE y uno para el del PP, una de las concejalías más 'baratas' de La Rioja, un sufragio, un concejal). El voto de calidad del acalde será el que decida.

Más allá de que en 15 municipios de la región votaron todos y cada uno de los electores y de que Aldeanueva de Ebro (donde solo se presentó el PSOE) y Haro registraron la abstención más alta del día (el 36,6 y el 36,4%, respectivamente), la jornada dejó también alguna que otra victoria pírrica, como la de Acción Natural Ibérica (Anatur), que pese a ser la lista más votada en El Rasillo (60 votos frente a los 55 del PP) solo ha logrado un concejal (era complicado al haber presentado solo a un candidato) frente a los 4 del PP; o la de los populares en Cárdenas: sus 35 apoyos se materializaron en 2 concejales mientras que los 34 del PSOE en tres representantes y mayoría absoluta.

Casi tan ajustado como el de Cárdenas fue el resultado de Navarrete (8 votos dieron al triunfo al PP, si bien no tiene asegurado el gobierno) y Entrena (los populares ganaron por 4 votos y por primera vez habrá una mujer al frente del Consistorio).

El escrutinio deja vuelcos considerables como el de Fuenmayor, histórico feudo socialista. En el 2015 los populares ganaron pero el pacto PSOE-IU frustró su gobierno... hasta que las desavenencias de esa alianza alumbró un acuerdo PP-IU que tomó la vara de mando apenas un año después. Los fuenmayorenses le entregaron el domingo a Alberto Peso (PP) la mayoría absoluta. En Tricio también se ha acabado la hegemonía de Carlos Benito, alcalde conservador desde 1983. El PR+ conquistó el domingo el bastión popular y ganó las elecciones con tres concejales frente a los que lograron el PP y el PSOE.

¿Y qué ha pasado en Galbárruli y en Castroviejo, donde el INE por un lado y los vecinos por otro, alegaron extraños movimientos en el censo? En Galbárruli el PSOE puso fin a la etapa popular y logró la mayoría absoluta mientras que en Castroviejo, José Domingo Ceniceros seguirá siendo alcalde con un concejal menos.

También seguirá siéndolo, en Albelda, la popular Rosana Zorzano que pese a la querella por prevaricación urbanística interpuesta contra ella por la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de La Rioja cosechó un centenar de votos más que en el 2015.