Siete propuestas (y más) para La Rioja

Tras una legislatura marcada por el impacto del covid, Andreu quiere revalidar su mandato. No esconde el PSOE su voluntad de renovar el pacto con Podemos-IU y pide a los riojanos su apoyo para «afianzar el cambio» iniciado hace cuatro años, pero esta vez sin pandemias y con el partido en sus manos. Andreu enfatiza los buenos datos económicos, especialmente los referidos al desempleo, y se enorgullece de los proyectos de transformación emprendidos con fondos europeos, como el Valle de la Lengua, la Enorregión o el Centro del Envase y el Embalaje. La recuperación de servicios sanitarios externalizados o la contratación de profesores son otros de sus argumentos.

Como enseña la teoría física de los vasos comunicantes, el ánimo del PP ha marchado en sentido opuesto al del PSOE: el partido cayó en una feroz depresión hace cuatro años, cuando vio cómo perdía una región que había sido suya durante 24 años. Su vida interna no ha sido fácil desde entonces y, tras muchos vaivenes, conatos de terremoto y un congreso eternamente postergado, Génova resolvió zanjar el conflicto por las bravas y encargar la candidatura autonómica a Gonzalo Capellán, catedrático de Historia Contemporánea en la UR y exconsejero de Educación en el último gobierno de Pedro Sanz. Capellán ha impuesto desde entonces un estilo poco estridente, sosegado, más profesoral que mitinero.

El aspirante popular propone a los riojanos «un gobierno sensato, responsable, cercano a las personas y a los problemas reales de los ciudadanos». Sus apuestas van por dos caminos. Por un lado plantea rebajas impositivas, tanto en el IRPFcomo en el impuesto de Sucesiones y en la cuota de autónomos, y por otro, una «reorientación» de los proyectos europeos, con mayor participación de las empresas. Señala, además, que su prioridad será «reorganizar la atención sanitaria» y una oferta educativa de calidad «tanto en la pública como en la concertada para que las familias elijan».

Ciudadanos lucha contra las encuestas y contra la propia desintegración de su partido. Pero su candidato, Ángel Íñiguez, ha sabido colocar su mensaje en unas circunstancias muy difíciles. Busca, según dice, «ocho mil valientes que quieran votar a contracorriente». Insiste el aspirante naranja en la necesidad de un centro liberal para evitar que los extremos condicionen las políticas en La Rioja y propone un programa con guiños a los autónomos y el énfasis en fortalecer el tejido productivo.

Lleva en esta ocasión IU la voz cantante en la coalición de izquierdas, con el aval del trabajo parlamentario de su diputada Henar Moreno. No esconden su intención de pactar con el PSOE y rechazan las bonificaciones impositivas con la idea de construir «un sistema justo y progresivo, recaudando más de quien más tiene». Hacen hincapié en la primacía de lo público, sobre todo en sanidad y educación. Además, consideran necesario desplegar «un escudo social» y luchar contra el cambio climático.

El PR+, partido histórico del panorama político regional, concurre en esta ocasión coligado con una joven fuerza, España Vaciada, cuya coordinadora general, Inmaculada Sáenz, lidera la candidatura al Parlamento. En su programa piden políticas para «levantar la vida de los pueblos y evitar La Rioja de dos velocidades». Entre sus propuestas, la necesidad de contar con atención pediátrica en todas las comarcas, una Atención Primaria de calidad «vivamos donde vivamos» y cobertura universal de móvil y de fibra óptica.

La formación de extrema derecha aspira a entrar en el Parlamento regional tras su fracaso del año 2019, cuando no consiguió representación. Tras una legislatura agitada, con varios e inexplicados cambios en la «dirección provincial» del partido, se optó por situar al frente de la candidatura autonómica a Ángel Alda. En su discurso prima la «seguridad ciudadana», así como la petición de rebajas de impuestos. También plantea acometer una recentralización del Estado y culpa a Andreu de haber «cambiado maestros por activistas en las aulas».

Por La Rioja nació de la unión de descontentos del PP y del PR+ con sus respectivas direcciones. Son el tercer partido que más candidaturas ha logrado presentar (75 municipios). El secretario general de Por La Rioja, el exconsejero Alberto Bretón, decidió concurrir al Ayuntamiento de Logroño y dejó la candidatura autonómica en manos de Sonsoles Soriano. En su campaña han optado por un estilo propositivo, en el que reclaman medidas para los autónomos y las pymes, mayor agilidad en la administración y creación de un polo logístico.

El voto regionalista tiene varias opciones el 28M. Una de ellas es Vinea, que se presenta en siete municipios (Logroño, Calahorra, Haro, Arnedo, Cervera, Herce y Valdemadera). Al Parlamento concurre con Fernando Martínez. «Somos regionalistas cien por cien, sin ideología o cada uno con la suya, y queremos ser la voz de la calle», dicen. Proponen reducir el gasto político en un 50%, desdoblar la N-232 y construir un hospital enLa Rioja Alta. Además de Vinea, otras dos opciones se presentan: los animalistas del Pacma, ya habituales, y Escaños en Blanco, cuyos candidatos prometen dejar sus asientos vacíos.