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Un debate es una guerra de agendas. De intentar que se hable de aquello que a uno le interesa, y que los temas que le incomodan pasen lo más desapercibidos posible. Los mensaje son cuidadosamente colocados, y nada de lo que se diga es inocente.
Y aunque cada observador saca su impresión, la tecnología ayuda a ser un poco mas objetivos. Un método útil es el recuento de palabras, porque los términos que cada candidato repite son significativos. Así, hemos pasado todas las intervenciones de cada candidato, una vez convertidas a texto, por un programa que devuelve tanto los vocablos más usados como una representación gráfica (la ya conocida «nube de palabras») para visualizarlas. En esa nube, las palabras más grandes son las más usadas. A menor tamaño, menos uso.
¿De qué se habló en el debate de ayer? En general, obviando lo más esperable («Logroño» y «ciudad», que hemos eliminado de los análisis individuales) llaman la atención algunos términos. Son obvios también «logroñeses» y «partido». Como ese «todos» al que los candidatos aspiran a representar (y convencer). Descontando eso, hay mucho «comercio», muchos «ciudadanos», y bastante «movilidad». Hay «cambio», pero también «acuerdo» y «pacto». Aparece «coche», «modelo», «barrios».
Y llama la atención alguna ausencia: nada de «empleo» o «paro», por ejemplo.
Al alcalde le tocaba jugar en defensa. Blanco de casi todas las referencias, su labor en el debate era defender lo «hecho» (o lo que aún se está «haciendo»), la palabra más repetida en todas sus intervenciones. Y comparar el Logroño de hace cuatro años y el de ahora, con diagnóstico fácil: «mejor». Una ciudad, repitió una y otra vez, de «oportunidades» para la «gente».
Luego, llevado por la temática del debate, en las intervenciones de Pablo Hermoso de Mendoza hubo abundantes menciones a los temas de «movilidad». Estaba «calle», estaba «sostenible», y estaban bastantes más «coches» que «bicicletas», quizá por aquello de hablar más de lo que se quería evitar que de lo que se pretende favorecer. Y mucho «centro» y poco «barrio».
Era evidente durante la hora y media de debate el intento del primer edil por hablar en positivo. Y su discurso se llena de términos con connotaciones alegres: «apuesta», «creciendo», «vivir», «ciudadano», «todos», «avance», «generado», «construyendo»
Y, en fin, la promesa de «seguir» por el mismo camino, con la misma «apuesta». Y asoma otro término nada humilde: «histórico».
«Todos» es la palabra que más repitió ayer Conrado Escobar a lo largo del debate. Quienes previeran un aspirante a la alcaldía al ataque de los defectos de la gestión municipal se encontraron, sin embargo, a un líder popular más bien propositivo. Pocas palabras en negativo (apenas un «peor» sobresale), y un concepto clave que destaca sobre los demás hijo de ese «todos»: el de los «pactos» (en plural y en singular) y la «convivencia».
Poco ataque repetido, pues, y mucho «planteamos» y sus primo «proponemos» y «propuesta» herederos ambos del «necesitamos» y el «queremos».
¿Sobre qué temas rondaron esas propuestas? Habló Conrado Escobar de «suelo», de «infraestructuras», de temática «industrial».
Curiosa una diferencia en la retórica con el alcalde. Allí donde Hermoso hablaba de «gente», Escobar destacaba por sus alusiones a «empresarios» y «comerciantes», pero también a «familias».
Y quizá por eso, en su discurso hubo varias alusiones a «fiscalidad», a «gestión», a «actividad», a «plan».
Y sí, había «bicis» en las intervenciones de Escobar, aunque mucho más del genérico «transporte».
Curiosamente, la terminología usada por Alberto Bretón se parece mucho a la que empleó el candidato de su ex partido, el 'popular' Conrado Escobar. Al igual que él, el candidato habló mucho de «pacto», de «acuerdo», de «escuchar», de «todos».
«Rioja» sonó mucho, claro, en el líder de 'Por La Rioja', pero sobre todo repitió en bastantes ocasiones términos como «queremos», «entendemos» y «propuestas»
Habló también Bretón mucho de «calles», de «casco antiguo» y de «jardines», pero también de «transporte», de «alternativa». Y de «gobernabilidad» y de «política», con bastantes alusiones a lo «colectivo» y a las «personas»
Y curiosamente, en su discurso fue el que más se dirigió directamente al «alcalde».
De los dos socios de Hermoso de Mendoza en el Ayuntamiento durante esta legislatura, Amaia Castro (Podemos-IU) fue la que más defendió la labor de «gobierno» durante los últimos cuatro años. Ésa fue precisamente su palabra mas repetida: un discurso en el que hubo muchas alusiones a lo «hecho», y también a la «izquierda», a las políticas «progresistas» (en plural o singular) y mucho uso (muy intencional) del «nosotras» como bandera. Castro hizo mucho énfasis en lo «verde», en lo «sostenible». Y también trajo a la memoria de sus compañeros de debate las palabras «emergencia climática», una expresión que usó varias veces. Curiosamente, Castro mentó bastante por su nombre al candidato «Escobar» y al ejemplo (malo) de «Madrid».
Habló mucho Antoñanzas de «movilidad» y de «coche» y de «ciclistas». Pero más aún de «modelo». Fue de todos el que más alusiones hizo al vil metal y al destino de los «millones» públicos (y «euros»), y al uso de ellos en el «Gobierno» del que ha participado. Curiosamente, usó más la palabra «socialista» que el propio alcalde. Fiel a las raíces regionalistas, Rubén Antoñanzas utilizó con frecuencia la alusión a lo «riojano», más que casi ningún otro candidato, y también otra constante en él a los «barrios», al «comercio», a las «empresas». En el argumentario del PR+ siempre ha estado la referencia a los partidos nacionales y a la desventaja de La Rioja sobre el resto de «España» y también fue el que más usó el nombre del país. Antoñanzas, en fin, se empeñó mucho en la defensa de un «modelo» propio al que «llegar».
La palabra más repetida por el candidato de Ciudadanos fue, casi obviamente, «ciudadanos». Pero destaca que Eduardo Peña fue el candidato que, comparativamente, más habló de «comercio», y también uno de los que más utilizó la alusión a los «barrios», por encima de la alusión al «centro». Pero en general, el recuento de palabras señala el énfasis de Peña en los temas de movilidad. Habló mucho de «circulación», de «bicicleta», de «carril bici», de «transporte», de «aparcamiento» y de «vehículos». También se oyeron bastantes «zonas verdes»«Proponemos» y «queremos», repitió mucho para, otro concepto entre los más repetidos, el «cambio». Y aunque no fue duro en epítetos, sí usó la palabra «mal» en varias ocasiones.
María Jiménez fue, de todos los candidatos, quien más empleó el término «familias» en su discurso. Y también una de las que más se refirió al «cambio», la «alternativa» que se «necesita y que, decía, representa «Vox»: fue quien más usó el nombre de su propia marca electoral.
Quizá por lo de la alternativa y el cambio, la palabra más repetida por Jiménez fue curiosamente «final». En el debate sobre la movilidad usó Jiménez las mismas palabras que los demás, con una diferencia significativa: la candidata de Vox fue quien más usó el término «aparcar».
Fue la más agresiva contra las políticas del Consistorio, y quizá por eso al aparición frecuente de vocablos como «nunca» o «ningún». Y Vox anuncia su llegada: «venimos», «momento», «posible».
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Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
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