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La contienda por el sillón en el que se sienta Concha Andreu en el Palacete de Vara De Rey está abierta. Es, en realidad, un cara a cara: salvo una sorpresa electoral de tintes catastróficos, en ese despacho estarán en junio o bien la propia ... Andreu o bien Gonzalo Capellán.
Pero dejando de lado a los aspirantes al mejor papel protagonista, si de algo andan bien surtidas las elecciones de este 2023 es de actores secundarios. Tan revueltas andan las cosas entre las formaciones de siempre, las emergentes, la menguantes y las de nuevo cuño, que bien podría al final ocurir que esos secundarios robaran el escenario a los principales y tuvieran en sus manos el nombre del inquilino del famoso palacete.
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Poco más hay que decir a lo ya más que mascado de las listas de PP y PSOE. Listas bastante renovadas en su conjunto, con pesca de 'ex' de otras formaciones incluidas. Y ambas con un objetivo común: acercarse lo más posible al «17» que da la mayoría absoluta. Los socialistas repiten cabeza de cartel con Concha Andreu aunque ha habido muchos movimientos en una legislatura movida. Gobernar con apoyos siempre desgasta y el trabajo ahora es presentar los logros como propios y hacer olvidar los malos momentos.
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Gonzalo Capellán aspira a recuperar la Presidencia del Gobierno de La Rioja después de cuatro años de gobierno socialista. Su desembarco en Duquesa de la Victoria ha sido traumático. No se quería llegar a la batalla fratricida del congreso de Riojafórum pero se ha producido una sangría encabezada por Alberto Bretón. Capellán quiere una mayoría absoluta que le permita gobernar sin los ahogos que producen las coaliciones, más sabiendo que si tiene que pactar con alguien podría ser con Por La Rioja. De momento, ha logrado agrupar a los que optaban a ocupar el número uno de la lista a las autonómicas, aunque queda por ver si el descontento con el PSOE es mayor que el producido en sus mismas filas. El poder aglutina y en la oposición hace mucho frío.
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Tras sus dimes y diretes, Podemos-IU (que así se llama finalmente la candidatura) vuelve a presentarse como una lista cremallera encabezada por Henar Moreno (IU) y con Raúl Pérez (Podemos) de segundo espada. La lista que hizo presidenta a Andreu, y su principal apoyo en la legislatura, afronta un triple reto: saltar el 5% de barrera electoral, manterse por una vez como un grupo unido durante toda la legislatura (que sería la primera vez) y ser de nuevo la muleta en la que se apoye el gobierno del PSOE. Ninguna de las tres es fácil, pero la primera parece la más complicada.
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No es fácil explicar la implosión de Ciudadanos, que en las primeras elecciones nacionales de hace cuatro años llegó a mandar a una diputada riojana a Madrid y que ahora se enfrenta a una lucha a priori desesperada para no desaparecer. Al menos ha conseguido armar una lista con ilustres desconocidos en la corta carrera de la formación. A estas alturas, cualquier cosa que consigan será buena.
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Una incógnita casi absoluta. El partido ultraderechista no tiene claro ni cuál es su techo electoral en La Rioja ni dónde está su suelo, si es que a estas alturas existen uno u otro. Casi todas las encuestas les dan segura entrada en el Parlamento, compartiendo aspiración con su extremo opuesto ideológico, Poremos-IU: ser muleta de un hipotético gobierno, aunque en este caso del PP. Para ello cuenta con candidatos poco conocidos que hasta ahora ha tenido un perfil muy bajo: no se les conocen entevistas, por ejemplo.
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Otra de las incógnitas de estos comicios. Las encuestas, como suele ser habitual, les dan representación, pero los regionalistas llevan varias legislaturas sin pisar el hemiciclo de La Merced. En este 2023, su coalición con España Vaciada les hacía albergar muchas esperanzas, pero la decisión desangró a los regionalistas, que han perdido muchos efectivos y también listas electorales en las municipales. Uno de los detonantes de la disidencia (hay muchos) fue que Inmaculada Sáenz fuese cabeza de cartel en las Autonómicas. Habrá que ver si el caladero de la España Vaciada es suficiente para tapar las grietas abiertas, con el 5% como listón difícil de superar.
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Alberto Bretón hizo del 'dedazo' de Gonzalo Capellán su caballo de batalla y se mantuvo en su pelea en el cargo de diputado regional hasta que decidió dejarlo todo en enero y lanzarse a su proyecto, que ya estaba trabajando con los desencantados del PP. El sector crítico del Partido Riojano se unió a este ejército dispar y que defiende que no tiene ideología, que solo piensa en La Rioja. Sonsoles Soriano es su cabeza de lista y Leopoldo García, ex teniente de alcalde de Haro por los regionalistas, va como segundo. De momento, ha logrado completar casi 80 listas en las municipales, todo un éxito que habla del trabajo de meses realizado en la sombra y del tirón de los ex del Partido Riojano. Bretón se reserva la cabeza de lista al Ayuntamiento de Logroño y habrá que ver si el 5% supone una barrera para un proyecto al que las urnas pondrá en su lugar. Su objetivo es ser bisagray si le toca apoyar a alguien, seguro que venderá cara su presencia. Hay muchas rencillas y en la política las venganzas suelen ser despiadadas.
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El partido es uno de los nuevos de estas elecciones autonómicas. 'Ni izquierda ni derecha, solo riojanos' es su lema. A la candidatura autonómica la formación presenta como cabeza de cartel al empresario Fernando Martínez Soldevilla, que en 2019 era el número 2 de Vox en Calahorra, antes de que la formación implosionara. Vinea ha conseguido cerrar listas en un puñado de municipios y confía en acaparar el descontento con los partidos tradicionales, aunque ese nicho está bastante peleado.
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Aunque suelen estar en diferentes comicios, en 2019 no presentaron lista a las autonómicas riojanas. La cabeza visible de la lista es Mari Carmen Andrés Domínguez y su consigna, a nivel nacional, es clara: «Los votos en blanco, la abstención y los votos nulos no consiguen representación, cediendo tu escaños a un partido al que no has querido votar. Votando a Escaños en Blanco tu escaño quedará vacío y nadie se llevará el dinero o poder político que le corresponde». Una propuesta muy diferente a las habituales.
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Hace cuatro años, el partido animalista Pacma logró poco más de un millar de sufragios en las autonómicas, lo que representó un 0,66% de los votos registrados. Tamara Calvo encabeza la papeleta para las autonómicas, sustituyendo a Alicia Valero. «Somos la única opción verde, y nos debemos solo a nuestros principios», reza su ideario, en el que la defensa de los animales es el eje fundamental.
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