Borrón y cuenta nueva
Sánchez pierde el plebiscito lanzado para consolidar su liderazgo y se obliga a reinventarse antes de las generales
Juan Carlos Viloria
Domingo, 28 de mayo 2023, 23:46
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Juan Carlos Viloria
Domingo, 28 de mayo 2023, 23:46
La derrota contundente del PSOE en los comicios municipales y autonómicos, con una pérdida extensa tanto en cantidad como también en calidad de poder político–con feudos tan significativos como el ayuntamiento de Sevilla y la Comunidad Valenciana, sin la compensación de Barcelona–, supone que ... Pedro Sánchez ha perdido su órdago plebiscitario. De paso se pone en evidencia que, lejos de impulsar al PSOE, es un lastre que impide a sus barones capitalizar la gestión de estos años.
Su política económica de gasto y subvención no ha funcionado electoralmente como un catalizador y movilizador del electorado. La arriesgada estrategia de alianzas por la izquierda y el independentismo, que le permite mantenerse en la Moncloa, tampoco le empuja hacia un triunfo en las elecciones generales de final de año sino que, al contrario, anuncia un horizonte muy complicado en las urnas de cara al próximo mes de diciembre. Quizás la pregunta ahora es si el fuerte castigo que ha sufrido el PSOE ha sido provocado por los desastres de la campaña, como las listas de Bildu y las compras de votos o escándalos puntuales que han salpicado las siglas. O bien si el cambio de ciclo ya se había cocido a fuego lento durante los últimos años de la gestión del sanchismo.
El hundimiento en la noche del 28-M sitúa a Pedro Sánchez y al PSOE ante un reto ciclópeo para intentar cambiar la tendencia –«frenar la ola azul», como diría el hasta hoy alcalde de Valencia, el socialista Joan Ribó– en los próximos seis meses hasta las elecciones generales. Pedro Sánchez tiene que reinventarse porque el rumbo que ha tomado la legislatura no le garantiza para nada la reelección, sino más bien lo contrario. Necesita hacer un borrón y cuenta nueva. Probablemente una revolución en su Consejo de Ministros, sin descartar el cese de los ministros de Unidas Podemos. Afrontar en solitario el final de la legislatura y virar hacia el centro, donde ha perdido una buena parte de su voto socialdemócrata y moderado.
La presidencia semestral de la Unión Europea es una oportunidad que puede facilitarle un discurso que le aleje de radicalismos izquierdistas que le han penalizado seriamente. La otra opción, más remota, sería que el partido (y el propio Sánchez) decidieran cambiar de candidato y lanzar otra cara y otro liderazgo para cerrar la etapa sanchista. En su momento se habló de Nadia Calviño… Pero eso tendría que ser con el acuerdo del presidente y secretario general que controla férreamente la organización y el próximo congreso ya está agendado para 2024.
Alberto Núñez Feijóo no tiene que hacer borrón y cuenta nueva, aunque tiene algunas tareas pendientes de mucho calado. Porque si ahora se ha beneficiado de los errores del adversario, de cara a su candidatura a la Moncloa tiene que presentar un proyecto coherente y un modelo de sociedad y de alianzas que le conceda el valor añadido en las urnas que necesita para consolidar este éxito municipal. Y también establecer un relato creíble sobre su relación y eventuales pactos con Vox. Feijóo ha capitalizado la desbandada de Ciudadanos y el voto antisanchista, pero no ha captado el voto más resistente e ideologizado que sigue fiel a Abascal.
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