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C. Reino | J. Arias | A. Azpiroz
Jueves, 25 de mayo 2023, 00:45
Los alcaldes de las principales ciudades españolas se decidirán por solo un puñado de votos. Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla se debaten en estos últimos días previos a la cita electoral del 28-M entre posibles gobiernos municipales de izquierda y de derecha.
La batalla ... por Barcelona empezó siendo cosa de cuatro y al final se la juegan entre tres: Ada Colau, actual alcaldesa y líder de los comunes, que opta a un tercer mandato; Jaume Collboni, candidato del PSC; y Xavier Trias, exalcalde y aspirante de Junts. El cuarto en liza es Ernest Maragall, dirigente de ERC.
Las elecciones de la capital catalana están en un pañuelo. Según las últimas encuestas, la victoria se la juegan entre Colau y Collboni, que esta legislatura han sido socios de gobierno municipal, con Trias y Maragall pisándoles los talones muy cerca. Gane quien gane, el alcalde será quien sea capaz de sumar apoyos para la investidura.
Ernest Maragall ganó en 2019 y se quedó con la miel en los labios porque Colau pudo atraer el respaldo del PSC y del exprimer ministro francés, Manuel Valls. El panorama puede ser similar esta vez. Trias no descarta pactar con el PP. Y Sirera no descarta investir a Trias. Tampoco a Collboni, que en su disputa con Colau podría quedarse con los apoyos de la gente de orden del PP y de Junts. El candidato popular solo niega su apoyo a Colau y a Maragall. ERC podría apoyar a la actual alcaldesa, pero con dos partidos puede que no sea suficiente para alcanzar la vara de mando.
Si el PP hace alcalde a Collboni, estará reforzando una de las piezas angulares de Pedro Sánchez pensando en las generales. Si sale al rescate de Trias, estará dando el poder al candidato de Carles Puigdemont y de Laura Borràs, difícil de digerir para el PP, que tiene por bandera en su ataque a Sánchez sus pactos con los independentistas. En su descarga, el PP podrá decir que ha evitado un gobierno de las izquierdas radicales y de los amigos de los okupas.
José Luis Martínez Almeida apunta a ser de nuevo el alcalde de Madrid pero se quedará lejos de la mayoría absoluta, fijada en 29 concejales. El actual regidor, según la mayoría de sondeos preelectorales, obtendría entre 25 y 27 escaños municipales y tendría que apoyarse en Vox, lo que convertiría a Javier Ortega Smith en teniente de alcalde.
El vicepresidente del partido ultraderechista reemplazaría en ese cargo a Begoña Villacís, quien se enfrenta a la titánica tarea de intentar que Cs no desaparezca del consistorio. La dirigente liberal hizo amago de pasarse a las filas populares –como sí hicieron seis de sus once concejales– antes de cerrar las listas para el 28-M, pero finalmente ha sido la cabeza de lista de los liberales en la capital.
La izquierda vuelve a presentarse desunida a las urnas, aunque los sondeos pronostican que no quedaría tan lejos de poder alcanzar a PP y Vox como en la Asamblea de Madrid. Más Madrid y su candidata, Rita Maestre, seguirían siendo la principal fuerza de la oposición pese al crecimiento de los socialistas con la hasta hace unas semanas ministra de Industria, Comercio y Turismo Reyes Maroto, quien podría obtener en torno a once concejales.
Podemos, con su candidato Roberto Sotomayor, no lograría tampoco un asiento al no superar el 5% de los votos. Los morados, al igual que Cs, se juegan tanto su propia supervivencia como la oportunidad de ser cruciales en la victoria de uno u otro bloque ideológico. Y aún hay un cuarto partido que se presenta en el fragmentado espacio de la izquierda: los ediles que se desgajaron de Más Madrid esta legislatura concurren bajo la marca de Recupera Madrid y con Luis Cueto, quien fuera mano derecha de Manuela Carmena, como candidato.
Tras dos legislaturas de Gobierno de la izquierda bajo la batuta de Joan Ribo (Compromís), el PP aspira ahora a reconquistar Valencia de la mano de María José Catalá. El CIS refleja para los populares un incremento de apoyos a costa de la desaparición de Ciudadanos, pero Compromís y el PSPV volverían a sumar los 17 concejales necesarios para reeditar la coalición progresista por tercera vez.
El PP necesitaría en cualquier caso para gobernar del apoyo de Vox, un tema especialmente espinoso en la Comunidad Valenciana en estas elecciones. El candidato de los de Abascal a la comunidad es Carlos Flores, ex miembro de Fuerza Nueva y condenado por violencia machista hace 20 años. Estos antecedentes ponen en un brete a los populares para firmar un pacto, tanto a nivel regional como en la capital del Turia.
Durante la campaña, Catalá ha recuperado la figura de Rita Barberá, la alcaldesa de la ciudad durante 24 años y que acabó expulsada del PP de Mariano Rajoy por su presunta implicación en casos de corrupción y de financiación ilegal. «Teníamos que haber defendido a nuestra gente», ha señalado la candidata popular, además de anunciar que de asumir el bastón la ciudad designará a su predecesora alcaldesa honoraria en el primer pleno municipal y pondrá su nombre a un puente.
Aunque algunas encuestas otorguen la Alcaldía a la izquierda, Compromís y PSOE no podrán relajarse hasta el final del recuento. En 2019 ya sumaron ante la derecha por un solo escaño. Unidas Podemos podría ser la clave para asegurar una cómoda mayoría a Ribó. Hace cuatro años se quedó fuera del consistorio al lograr solo el 4,2% de los votos, por debajo del 5% necesario. Si los morados arañan esas ocho décimas entrarían en el reparto de concejales.
En la capital andaluza se producirá este domingo un choque de trenes entre izquierda y derecha, tanto que el CIS sitúa la mayoría a favor de unos u otros en el margen de tan solo un concejal. Los socialistas, con el alcalde Antonio Muñoz como candidato, se juegan retener su principal capital de provincia a nivel nacional, además del mayor reducto de poder que le queda en Andalucía y una plaza muy simbólica en la historia del partido.
El PP, que presenta como número uno al senador José Luis Sanz, confía en el tirón de la arrolladora victoria de Juanma Moreno en las autonómicas del pasado junio. De hacerse con la capital, los conservadores cerrarían el círculo al controlar las principales instituciones del antaño bastión socialista.
Sevilla es una de las ciudades donde Podemos, Izquierda Unida y Más País concurren en coalición bajo la marca Con Andalucía aunque pelean por el mismo nicho de votos con Adelante Andalucía, la formación de la ex dirigente de Podemos Teresa Rodríguez. Esta competencia amenaza con lastrar las posibilidades de ambas formaciones para regocijo de la derecha.
De confirmarse un resultado ajustado entre el PSOE y PP, y dada la fragmentación en la izquierda, Vox podría resultar decisivo para desalojar a los socialistas de la Alcaldía. Para la formación de Santiago Abascal, que hace cuatro años solo consiguió dos concejales, un buen papel en Sevilla inyectaría una importante dosis de autoestima tras la decepción con Macarena Olona en las autonómicas.
Ciudadanos logró cuatro ediles en 2019 aunque los antecedentes no invitan al optimismo. En las andaluzas perdió sus 21 diputados y se quedó sin representación en la Cámara regional. Así, obtener presencia se antoja misión imposible para los liberales.
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