Armengol se reta al hito de un tercer mandato con el PP al acecho

En los anteriores comicios, por primera vez en la historia democrática, los socialistas baleares ganaron en número de votos al PP; Armengol gobernó en su primera legislatura sin que el PSOE hubiera vencido. Ello, después de que el PP se desplomara de los 20 a los 14 escaños, al tiempo que Ciudadanos crecía con mucha fuerza y Vox irrumpía en la Cámara autonómica. La izquierda, mientras, sumó 32 escaños de los 59 de que dispone la Cámara regional. El PSOE obtuvo el 27% de los sufragios y 19 escaños, cifras que mejoraban sustancialmente las registradas en 2015 (18,9% y 14 diputados). A cambio, Podemos bajó en representación, aunque ya había padecido a lo largo de la legislatura previa fugas de parlamentarios al Grupo Mixto por desavenencias internas.

Armengol, uno de los puntales autonómicos de Pedro Sánchez, se apuntó otro tanto: las elecciones en el archipiélago venían saldándose con la alternancia en el poder entre la izquierda y la derecha, pero en 2019 la primera volvía a repetir en el poder. Así que la gran incógnita del 28-M es si la presidenta balear será capaz de encadenar un tercer mandato, lo que la ayudaría a sumar enteros como baronesa socialista.

Las encuestas ofrecen un panorama dispar. Varias apuntan a una mejora del PP –encabezado por otra mujer, Marga Prohens, exdiputada en el Congreso que dejó su escaño para centrarse en la campaña–, que podría superar los 20 diputados; y el bloque de la derecha se vería reforzado además por el impulso que también podría registrar Vox, aunque Ciudadanos se quedaría sin presencia en la Cámara –a la cabeza de su lista va Patricia Guasp, líder de la formación a nivel nacional–. Hay otros sondeos, no el CIS, que anticipan un ligero descenso para el PSOE, que podría colocarse de nuevo por debajo del PP, y una caída adicional para Podemos, al tiempo que MÉS mantendría sus apoyos. Ello podría dejar en empate técnico a los dos bloques y dar la llave a partidos pequeños, como El Pi o Gent per Formentera.

Hay sondeos más benévolos para la coalición gobernante. Éstos auguran que si bien el PP repuntaría –manteniéndose como segunda fuerza– y Vox multiplicaría por dos su representación en el Parlamento, los socialistas baleares podrían mantener e incluso mejorar levemente sus resultados –y, por tanto, ganar las elecciones–, mientras que MÉS se reforzaría, compensando la caída que se atisba para Podemos.

En lo que todas las encuestas coinciden es que el Legislativo balear conservará su notable pluralidad: nueve fuerzas políticas tienen ahora representación, que podrían quedar en ocho tras el 28 de mayo si Ciudadanos no logra votos suficientes para contar con algún escaño. Además, seguirán coleando los temas de discusión protagonistas de los últimos años: la vivienda y el turismo. Muy atrás queda el impacto de la pandemia, que provocó un desplome del PIB de la comunidad del 23,7% en 2020, más del doble que el registrado en el conjunto del país y el mayor de toda España, para, un año más tarde, encabezar el rebote.