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Roberto garcía Lastra/Teri Sáenz/ carmen nevot
Logroño
Viernes, 24 de mayo 2019, 21:56
Ha llegado el día. Las urnas esperan el domingo a los ciudadanos y ya no hay más que decir hasta que llegue el resultado final de las votaciones del 26M, el escrutinio. Este viernes se ha cerrado la campaña electoral, especialmente larga al sumarse en ... el tiempo con la de las elecciones generales.
Se cierran los micrófonos después de un día de destacar puntos fuertes, programas e intenciones. No hay nada más que decir, este sábado es la 'inquebrantable' jornada de reflexión, mientras el eco de las encuestas sigue en el aire ante el inesperado paisaje que pinta para nuestra región en la que puede cambiar de signo el Gobierno tras 24 años de Gobierno Popular. Según el CIS, el PSOE ganaría las autonómicas riojanas, aunque necesitaría a UP y PR+ (o a Cs) para gobernar.
Partido Popular
«Es una buena persona». El diagnóstico en torno a la figura de José Ignacio Ceniceros es unánime, incluso entre sus adversarios políticos, una virtud en la vida, pero, a veces, una rémora en la lucha electoral. El candidato popular a la Presidencia del Gobierno, pese a lo que hay en juego, ha sido incapaz de traicionar sus «principios y valores». El Ceniceros que ha recorrido La Rioja de atril en atril es el mismo que presidió el Parlamento de La Rioja y el que ha gobernado la región en los últimos cuatro años, el hombre del talante, del diálogo permanente en busca de acuerdos, el candidato sin máscaras. Cada acto electoral –qué poco le gustan los mítines y cuánto disfruta hablando por la calle con vecinos o comerciantes– era casi una declaración institucional, sin lemas ni consignas, sin salidas de tono, sin arengas... «Lo que es La Rioja lo hemos conseguido entre todos», aseveraba, para en los últimos días de campaña, ahí sí, añadir alguna coletilla: «Todo eso lo ha liderado el Partido Popular», «todo eso es marca PP».
En cada encuentro con afiliados y simpatizantes, también en los de este viernes –en Najerafórum y en el de cierre en el Muro del Revellín de Logroño– ha presentado como su aval una «gestión seria y eficaz». «Con diálogo y acuerdo, hemos logrado las más grandes reformas políticas, sociales y fiscales de nuestra historia y hoy La Rioja es modelo de éxito en la España de las autonomías, una Rioja de récords en empleo, calidad de vida, PIB, visitas turísticas, renta agraria, exportaciones...», defendió en cada plaza, para permitirse, como único adorno, el leve reproche de «esa es la realidad de La Rioja, aunque a algunos les duela o no les guste que se lo recordemos».
Casi con apuro se atrevía a lanzar un ruego: «Solicitamos la confianza de los riojanos para poder seguir haciendo lo que hemos demostrado que sabemos hacer y corregir los errores que hemos podido tener porque La Rioja necesita estabilidad y certezas, no incertidumbres; necesita seguridad, no riesgos; necesita las políticas serias y responsables del PP para seguir consolidando el crecimiento, porque desde luego lo que no está es para ocurrencias ni para improvisaciones».
La proximidad de la recta final de la campaña llevó al candidato popular a 'acerar' su discurso, un 'endurecimiento' muy al estilo Ceniceros, y a fijar en su diana a sus adversarios: «Los riojanos tienen que decidir el domingo el modelo político que quieren para La Rioja y solo hay dos opciones: las políticas realistas y eficaces del Partido Popular frente a la demagogia y la ineficacia de los socialistas; resultados y certezas frente a eslóganes e incertidumbres; los que vamos a bajar los impuestos frente a los que ya han dicho que los van a subir; los que defendemos la libertad de elección educativa frente a la imposición; los que impulsamos y defendemos San Millán, Patrimonio de la Humanidad y cuna de nuestro Estatuto, frente a los que lo llaman convento, Concha Andreu dixit», señaló respecto al PSOE. Al resto, Ciudadanos y Vox, solo les concedió algo de protagonismo en el debate de TVR, y al partido de la ultraderecha en el mitin del viernes en Calahorra: «Algunos advenedizos que acaban de llegar no tienen ni programa para La Rioja, solo nacional».
Cimentada en gestión, programa y equipos comprometidos –«no queremos paracaidistas»–, el otro pilar de su campaña fue apelar al voto reflexivo: «Cuando se divide el voto del centro-derecha gana la izquierda y cuando ésta gobierna ya sabemos: más paro, impuestos, cargos públicos, déficit, deuda y pérdida de calidad de los servicios públicos».
Los electores han escuchado, solo queda esperar a que hablen las urnas.
PSOE
Después de una ristra de elecciones con los sondeos en contra y el pálpito inconfesable de que la siguiente legislatura seguiría ocupando los escaños de la oposición, el PSOE enfrenta este domingo a la posibilidad real de que el Gobierno de La Rioja mude de color. La inercia de la histórica victoria sobre el PP en los comicios generales, el viento a favor que agita Pedro Sánchez desde La Moncloa y el desgaste del partido que ha ocupado durante 24 años el Palacete de Vara de Rey se combinan para que los socialistas hayan cimentado la campaña en esa máxima: el cambio es posible y sólo el PSOE es capaz de liderarlo.
Concha Andreu insistió en ese mensaje en el balance de quince días sembrando La Rioja de esa esperanza. «Todo el mundo coincide en que el cambio es inminente y estamos seguros de aglutinar esas ansias», subrayó este viernes la aspirante a convertirse en la primera presidenta de la comunidad que durante los mítines, encuentros y recorridos que han copado su agenda se ha esforzado en contraponer dos modelos antagónicos. Por un lado, el «clientelar» que desde su perspectiva ha sido seña de identidad primero con Pedro Sanz y en los últimos cuatro años con José Ignacio Ceniceros; por el otro, el «honesto y transparente» que se compromete a comandar a partir del lunes.
«Hay muchos riojanos dolidos por la manera de hacer del PP (...) que ahora descansarán porque ya no tendrá la tensión de tener que rendir pleitesía a una forma de gobernar tirando a caciquil», agregó en compañía de un Pablo Hermoso de Mendoza que también expresó su confianza en recuperar la Alcaldía de Logroño para el PSOE con una novedad añadida: una gestión en sintonía con la que emane del Palacete y «no como hasta ahora, donde ni la alcaldesa ni el presidente se miraban a los ojos».
Acabar con la hegemonía del PP está al alcance de la mano. No obstante, la candidatura socialista asume que la mayoría absoluta es improbable y en su argumentario adjunta la petición de una respuesta masiva ante las urnas. La misma que se operó en las elecciones generales y que debe replicarse este domingo «para lograr una mayoría rotunda». Sólo de esa manera el PSOE tendrá amarradas las riendas para guiar el nuevo ciclo en el que tendrá que pactar. ¿Con quién? Andreu ha escondido sus bazas. O asumiendo que todo pende del escenario final que dibuje el escrutinio, ha respondido reiteradamente a la pregunta anteponiendo la necesidad de que el otro (o los otros) hagan suyo el programa del PSOE y enarbolando la capacidad de diálogo que el Grupo Socialista ha ejercitado en el Parlamento en la última legislatura.
La cabeza de lista ha incrustado en ese mensaje otro que abunda en la suya como la única alternativa factible. «A nuestra izquierda están debilitados; la derecha es una y trina, y si tiene la más mínima posibilidad se unirá», avisa para no dejar de estimular el voto y desactivar el fantasma de que todo está hecho.
Al cambio en las maneras de actuar, a la inauguración de una etapa de frescura y equidad, Concha Andreu ha sumado la idea de que La Rioja está sumida en la atonía y exige una inyección de empuje y reivindicación para recuperar la senda del desarrollo. Un argumento sustentado en negativo en las estadísticas que sitúan a la comunidad a la cola del crecimiento económico y, en el polo positivo, con el empuje que sólo garantiza un relevo en el Palacete de la mano, además, del Gobierno central. El aval para revertir también los recortes, recuperar el protagonismo de los servicios públicos y aupar a La Rioja a un lugar destacado.
Ciudadanos, Unidas Podemos, PR+ y Vox
Como la cuadratura del círculo, ese problema de geometría irresoluble hasta finales del XIX que a grandes rasgos consistía en construir con regla y compás un cuadrado a partir de un círculo, los candidatos sellaron la campaña electoral haciendo sus cálculos para tratar de dar con la solución acerca de qué papel les tiene reservado el 26M.
Mientras tanto y durante quince días de campaña, los candidatos han reivindicado el rol que se auguran a sí mismos, unos como protagonistas y otros como resignados pero decisivos secundarios en el rodaje de una película que el lunes arrancará con los títulos de crédito.
Y en este casting no todos se han mostrado igual. Con menos medios que PP y PSOE –acostumbrados a jugar en primera división–, las formaciones más modestas –al menos hasta ahora– han sacado estos días su artillería pesada y se han enfundado el traje de batalla para pelear hasta por el último voto.
Ciudadanos, que no ha levantado el pie del acelerador en los quince días reservados para que cada formación despliegue sus plumas en el cortejo con los electores, eligió este virnes el parque del Ebro para poner su colofón a una campaña que, para ellos, sólo tiene dos finales posibles: un gobierno liderado por ellos o un gobierno del PSOE con los populistas. Los candidatos a la Presidencia de La Rioja, Pablo Baena, y a la Alcaldía de Logroño, Julián San Martín, se rodearon de los suyos para llamar a llenar las urnas de naranja.
En un momento de arenga colectiva, Baena reivindicó su formación como única alternativa frente a un PP «agotado y en caída libre» y un PSOE que «sólo quiere pactar con los populistas y más preocupado por subir impuestos que de los verdaderos problema de los ciudadanos», sentenció.
ciudadanos
Ciudadanos se volvió a mostrar este virens como lo ha hecho a lo largo de toda la campaña, como una formación cercana y a pie de calle. Y en este contexto, se enorgulleció de un equipo, el que le acompaña en esta singladura, «que es el que va a hacer avanzarLa Rioja», dijo Baena. En la misma línea, el número uno de la formación naranja al Ayuntamiento de Logroño, Julián San Martín, se postuló como la única alternativa para el cambio en la capital, frente a un candidato del PP «que lleva 30 años en política».
Unidas Podemos sacó un as de la manga y reservó para el último día una de sus propuestas estrella, su traca final. En el café Bretón y junto al quizá premonitorio cartel de la cinta 'Presentimientos', del riojano Santiago Tabernero, que colgaba sobre la pared, la cabeza de lista al Parlamento, Raquel Romero, se comprometió a crear un complemento de equidad para suplementar las pensiones, como las de viudedad, «para que las personas puedan vivir dignamente». Un logro «que se puede conseguir con poco», dijo, para presentar después sus cálculos. Bastaría con destinar el 1% del Presupuesto de La Rioja, unos 13 millones de euros, para conseguir su propósito: «Que no haya nadie pobre en esta comunidad». En una situación en la que dijo que se encuentran 45.000 personas en esta comunidad, que son las que tienen unos ingresos inferiores a los 512 euros al mes.
También se reivindicaron, pero en este caso como «fuerza transformadora» porque «no queremos tapar parches, sino que queremos hacer de La Rioja y de Logroño lugares en los que vivir», señaló Romero. «Queremos hacer que las personas se empoderen y tomen las riendas de su destino».
unidas podemos
Para el PR+ y para su candidato a presidir La Rioja, Julio Revuelta, esta campaña será la del regreso de los regionalistas al antiguo convento de la Merced –en el 2005 perdió los dos representantes que tenía entonces en la cámara autonómica–. No sólo es un deseo en boca de sus militantes, sino un designio de casi todas las encuestas. Están convencidos de que serán la llave, aunque la puerta que abrirán está aún por desvelar. Lo único claro, por el momento, es que en esta campaña se han movido como pez en el agua y pese a ser 'pequeños' se han manejado como titanes.
Su último turno de palabra en campaña lo dedicó Revuelta a desgranar algunas de sus propuestas en materia educativa –el balance lo hizo el día anterior–, como la implantación de dos horas semanales gratuitas en actividades extraescolares para alumnos de 6 a 16 años, acompañadas de unas becas concretas para todo el que quiera participar. No estuvo solo. A su lado, la número dos al Parlamento, Sofía Montenegro, que defendió el modelo de escuelas «entendidas como pilar fundamental para el desarrollo de los barrios», de tal manera que «se conviertan en verdaderos puntos de encuentro de la comunidad».
Pr+
Vox ha estado ahí de forma desigual y con una presencia que ha ido de menos a más, impulsada, sobre todo, por su candidato a la Alcaldía de Logroño.
Vox
Adrián Belaza fue el único en convocar a los medios en el cierre de campaña. Ignacio Asín, el aspirante a la Presidencia de La Rioja, se ha mostrado convencido estos días de que serán la llave de un gobierno de derechas, en el que no descartan entrar, aunque ésta no es su ambición.
Las urnas pondrán este domingo a cada uno en su sitio. Alea jacta est.
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