Los candidatos olvidados

Además, el Pacma aguarda con expectación el domingo electoral. Los animalistas confían en que el sistema electoral de las europeas, con circunscripción única en toda España, les permita colocar un diputado en Bruselas: «Eso nos permitiría integrarnos en un grupo importante en Europa, que además es de donde viene gran parte de la legislación sobre los animales».

Alicia Valero, activista «desde hace muchos años», defiende la necesidad de un partido político como el Pacma por entender que otras fuerzas (Equo, Podemos) no cumplen sus expectativas: «Somos el único partido realmente animalista. Los demás no tienen medidas ni remotamente cercanas. Un partido animalista debe estar por fuerza en contra de la caza y de la tauromaquia, que debería convertirse en un delito. Pero partidos como Equo y Podemos -apostilla-, que han participado en la redacción de algunas de las leyes de caza más brutales de Europa, son en realidad fuerzas conservadoras. El animalismo de ambos es un mero barniz de acabado».

La candidata riojana del Pacma quiere desmontar también la extendida idea de que son un partido monotemático: «Somos de izquierda, como se aprecia en nuestro programa electoral. Defendemos los animales, el medio ambiente y la justicia social, con medidas como al renta básica universal. Y somos radicalmente feministas. Lo que ocurre es que ponemos el acento en aquellos puntos que los demás no tocan -advierte-. Nuestra intención es extender el círculo de consideración moral a los animales no humanos».

A los electores de Logroño, quizá les llame la atención encontrarse con la papeleta municipal del partido Por Un Mundo Más Justo (PUM+J). Encabeza la lista Roberto Mora, cubano afincado en Bilbao, que lanza un mensaje ecuménico en contra de la pobreza: «Conozco bien Logroño. Es una ciudad muy bonita, muy acogedora..., pero también tiene sus barrios periféricos, sus bolsas de pobreza. Y nuestro mayor reto es construir un tejido social fuerte, un espacio urbano integrador, público y solidario, intercultural». En el ideario del PUM+J figura la fraternidad universal, la erradicación de la pobreza en el mundo, la lucha contra el cambio climático... «Y que las personas que vengan tengan los mismos derechos desde el primer momento», apostilla Mora.

Para los dirigentes del PUM+J los demás partidos «se ríen» de estos objetivos. «Coge el ejemplo de Notre Dame -propone Roberto Mora-. Arde como si fuese algodón y al día siguiente ya hay más de 1.000 millones comprometidos para su restauración. O sea, que dinero sobra. Lo que falta es voluntad política».

Roberto Mora sabe que lo tiene difícil para convertirse en concejal de la capital riojana. Y no digamos en alcalde. Pero, por el momento, el PUM+J se conforma con que su mensaje vaya calando: «Queremos que la gente vea que hay otra alternativa. Especialmente, los más vulnerables, los sin techo, los excluidos... Deben saber que hay gente que se acuerda de ellos».