Exsocios juntos, pero no revueltos

La coalición de izquierdas y la de los regionalistas con España Vaciada se verán condenados a compartir el futuro grupo mixto del Ayuntamiento tras haber conseguido un solo concejal cada uno en la corporación que viene. Y todo ello a la espera del acuerdo plenario que asigne los recursos para su funcionamiento, que de entrada deberían repartirse a partes iguales dentro del mismo -junto a los tiempos y la portavocía-.

El reglamento de organización y funcionamiento del Consistorio capitalino lo deja claro: «Sólo las listas que hayan conseguido dos concejales tendrán derecho a que se les considere, a efectos corporativos, como grupo» y «cuando una lista no llegue al número mínimo de dos concejales formará parte del grupo mixto».

Y tal es el caso de Podemos-IU y de PR+E, que de compartir gobierno como Unidas Podemos y PR+, pasarán a compartir grupo con sus nuevas denominaciones. «La regulación, composición y funcionamiento de los grupos municipales se remite al reglamento orgánico del Pleno del Ayuntamiento de Logroño; y en cuanto a su financiación será aquella que se adopte por acuerdo del mismo», precisa la norma.

Teniendo en cuenta que el PP pasa a tener mayoría absoluta, será básicamente quien decida al respecto. «De momento, no sabemos cuáles serán nuestras condiciones de trabajo», explica en ese sentido Amaia Castro, concejala electa de Podemos-IU. «Logroño ha decidido que no quiere un gobierno progresista y por nuestra parte vamos a seguir trabajando desde la oposición y seguir defendiendo el Logroño que hemos defendido hasta ahora, socialmente justo, feminista y que luche por el reto climático», dijo la noche electoral. Y lo volvió a repetir ayer: «Logroño ha dicho lo que ha dicho, y yo no opino que haya votado mal, pero que cada cual asuma sus consecuencias... Seguiremos dando voz a la gente que ha confiado en nosotros», reiteró Castro.

También quiere hacer una oposición con voz propia Rubén Antoñanzas, concejal electo de PR+E, que ayer tiraba de memoria para recordar su papel durante la era Gamarra. «Viendo el castigo a mis compañeros de gobierno -en referencia a PSOE y a Unidas Podemos- quiero poner en valor el que hayamos revalidado nuestro concejal», insistía el día después.

Sin embargo, como en el caso de Castro, Antoñanzas tampoco sabe con qué medios contará. El regionalista, en cualquier caso, no le da más importancia... al menos a día de hoy -ahora no toca, pues todo será a partir del 17 de junio, cuando quede constituido el nuevo Ayuntamiento de Logroño (donde nunca antes se había dado tal situación , que habrá que ver cómo se resuelve siempre y cuando no se reformen los citados reglamentos)-.

Sí que piensa en mantener las labores de control a la mayoría absoluta popular y, sobre todo, volver al mandato entre 2015 y 2019 de llevar al Consistorio capitalino propuestas, iniciativas y medidas enfocadas a los barrios y trasladar actuaciones en defensa de La Rioja y sus intereses. Reeditar la coalición con España Vaciada de cara a las generales que se anunciaron ayer, queda pendiente de próximas conversaciones.