Un plebiscito de todos
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La verdadera prueba del algodón de las relaciones entre el PSOE y Bildu se va a dar con la elección del nuevo alcalde de PamplonaAlberto Surio
Domingo, 21 de mayo 2023, 00:20
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La verdadera prueba del algodón de las relaciones entre el PSOE y Bildu se va a dar con la elección del nuevo alcalde de PamplonaAlberto Surio
Domingo, 21 de mayo 2023, 00:20
Isabel Díaz Ayuso, que cierra simbólicamente la candidatura del PP en Bilbao, era aclamada este sábado como una lideresa de gran éxito en un acto electoral en la capital vizcaína. El tirón de la presidenta de la Comunidad de Madrid es potente en la derecha ... sociológica, aunque fuera del circuito madrileño la estrategia del ruido tropiece con una realidad bastante más compleja y más plural que no siempre responde a los cánones capitalinos de la Villa y Corte. La España de la periferia no puede reducirse a la M30 y sus luchas de poder.
El PP de Alberto Núñez Feijóo ha convertido estas elecciones del 28 de mayo en un plebiscito contra Pedro Sánchez. Y esa apuesta también encierra sus riesgos. En primer lugar porque el factor Ayuso puede desestabilizar a la larga el proyecto popular al plantear un mensaje demasiado escorado y fronterizo con Vox que, en lugar de recuperar el voto de la extrema derecha, termine azuzándolo y excitando sus mantras. ¿Y si la polémica de las listas electorales de EH Bildu, en vez de dar votos al PP, termina por engordar la línea populista de Vox? La polarización de posiciones -sobre todo con el asunto de EH Bildu y de ETA en el debate público- puede favorecer al final a los extremos.
Feijóo necesita algunas plazas claves para visualizar su victoria. La joya de la Corona sería la Comunidad Valenciana, donde puede ocurrir cualquier escenario. Será como una moneda al aire y saldrá cara o cruz en función de la movilización electoral y de los indecisos. Si los populares, además, consiguen Baleares, Canarias y La Rioja, miel sobre hojuelas. Y si completan la jugada con Aragón y Extremadura, pueden cantar victoria completa.
Pero no hay nada escrito y los socialistas están convencidos de que hay partido y que el plebiscito lo puede ganar Sánchez, aunque sea por la mínima. El mejor trofeo de la jugada sería una victoria del candidato socialista, Jaume Colbony, en Barcelona, que podría ser la primera fuerza municipal. La victoria del PSC en Barcelona sería una relevante operación política para Sánchez, que rompería con la imagen de debilidad de los socialistas catalanes, acuñada en los tiempos del 'procés'. Si el PSOE retiene Sevilla, además, sus expectativas por ser la primera fuerza en número de votos crecería exponencialmente.
Pero el plebiscito juega también una liga entre los aliados a la izquierda del PSOE, en donde se va a juzgar al movimiento anunciado por Yolanda Díaz y sus posibilidades reales por pactar con Podemos una plataforma eficaz que logre articular un espacio sólido más allá de los márgenes clásicos de la socialdemocracia.
Pedro Sánchez ha arriesgado al asumir la lógica plebiscitaria. Puede salirle bien o salirle mal porque, en realidad, su suerte no depende tanto de ganar en número de votos, que también, sino en poder articular después bloques coherentes que posibiliten mayorías de gobierno. Para ello el PSOE tiene que coser sus desconfianzas con el mundo de Podemos e incorporar a Sumar a los equipos. A su vez, el PP, una vez fagocitado por completo Ciudadanos, tiene que establecer un código de relación con Vox que no le lleve a su debilitamiento como opción de la derecha democrática convencional.
El ejemplo máximo de las paradojas de todo este rompecabezas puede ser la futura elección de la Alcaldía de Pamplona, gobernada desde 2015 por UPN. El relevo del actual alcalde, Enrique Maya, ha abierto una razonable expectativa de un cambio. Joseba Asiron, que fue alcalde de EH Bildu entre 2011 y 2015, parece afianzarse como segunda lista. Pero los socialistas no pueden facilitar este relevo. Sería un suicidio para Pedro Sánchez. La 'operación Balduz' -en 1979 el socialista Julián Balduz fue por sorpresa elegido alcalde de Pamplona con los votos de HB- es una interesante pieza de hemeroteca para recordar. UCD había ganado las elecciones, pero HB era la segunda fuerza y el PSN, la tercera. La historia no se repite pero a veces rima.
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