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No tiene suerte Alberto Peso con las investiduras. Hace tres años tuvo que salir del hospital San Pedro, donde permanecía ingresado tras haber sido operado de apendicitis, para erigirse como alcalde de Fuenmayor al fructificar una moción de censura sobre el socialista ... Eduardo Abascal que unió de forma insólita a PP y a IU. El pasado sábado Alberto Peso se disponía a renovar su cargo, esta vez con la rimera mayoría absoluta que logra el PP en Fuenmayor (y eso que meses atrás llegó a afirmar que «Para los dirigentes del PP de La Rioja soy un alcalde de segunda categoría» y que «no existe un entendimiento entre Fuenmayor y el PP de La Rioja», aunque las posturas parece que se acercaron y, sobre todo, el pueblo le impulsó a continuar), pero se sintió mal y tuvo que ser ingresado a causa de una obstrucción intestinal.
Ante su prevista ausencia, sus cinco compañeros del futuro Grupo Municipal Popular (Mar Cotelo, Naiara Montiel, José Ignacio López, Estíbaliz Heras y Miguel Ángel Álvarez) también se ausentaron en el pleno, estos voluntariamente, provocando la falta de quorum en la sesión y su obligado aplazamiento. La Corporación municipal de Fuenmayor se compone de once ediles, los seis del PP, cuatro del PSOE (Álvaro Granell, Narciso Grijalba, M.ª de los Ángeles Sánchez y Allende Jiménez) y uno de IU (José Fernández). El caso es que, llegada la segunda convocatoria del pleno, este lunes, Alberto Peso tampoco ha podido acudir porque sigue ingresado en el hospital y los médicos no le han permitido salir, como sí le concedieron en su primera investidura.
Así, el pleno de Fuenmayor se ha desarrollado con la peculiaridad de que ha sido nombrado alcalde el único miembro de la Corporación que no estaba presente. Aunque la votación se ha realizado en secreto, se da por supuesto que los cinco concejales populares han votado por Peso, los cuatro del PSOE, por su candidato, Álvaro Granell, y el edil de IU, José Fernández, se ha votado a sí mismo, por lo que, pese a la anécdota, la sesión ha permitido que Peso vuelva a ser investido alcalde de Fuenmayor. Eso sí, al no obtener mayoría es alcalde por liderar la lista más votada, la del PP, que sumó 804 sufragios en los comicios, frente a los 560 del PSOE. Ahora Peso tiene un plazo de 48 horas para recoger su acta y formalizar la renovación de su cargo, que debería producirse en un nuevo pleno, el tercero, el día 19 de junio a las 19 horas, si no presenta «causa justificada», que la tiene.
Alberto Peso ha respondido a este medio desde su habitación en el hospital. «Ya es casualidad porque hace tres años me operaron de apendicitis 24 horas antes del pleno de investidura y ahora me han dicho que lo que tengo está causado por la cicatriz de aquella operación», explica Peso, quien, peso a todo, asegura estar «contentísimo, pero da rabia tener que celebrarlo desde el hospital».
En la sesión plenaria, que ha estado protagonizada por el nuevo secretario municipal, Javier López Martínez, que se ha estrenado con una alta responsabilidad, pero desarrollando perfectamente la función, han estado presentes Diego Bengoa y María Martín por parte del PP, Carmen Arana por parte del PSOE y Henar Moreno por parte de IU en un salón abarrotado de público. Una anécdota ha provocado la risa de los presentes, rompiendo así la tensión que se vivía por la incertidumbre de la investidura. El edil socialista Narciso Grijalba, que ha presidido la mesa al ser el concejal de la Corporación de más edad, junto al más joven, el popular Miguel Ángel Álvarez, ha enumerado a los miembros, finalizando con José Fernández (IU) incluido, por error, en el Grupo Municipal Socialista. «¡Eh!», ha llamado la atención el propio Fernández. Y es que fue el IU el partido que, tras iniciar la pasada legislatura pactando por el PSOE, finalmente otorgó la alcaldía al PP de Peso. Entre las carcajadas del público y mientras Grijalba se disculpaba por el fallo, un anónimo entre el público ha bromeado en voz alta con la pertenencia al partido de Fernández: «¡Aún no!».
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