La 'base' que sostiene la campaña

Voluntarios o colaboradores tuvieron y tienen una misión encomendada: ser la presencia del partido en la calle las 24 horas del día durante las dos semanas de campaña si es posible. Llevan la megafonía, pegan carteles, reparten propaganda, hablan con la gente... trabajo, como bien dicen, no falta.

«Hacemos lo que haga falta, somos 'todoterreno'...», explica Diego Fernández, de Podemos. A sus 41 años, en la formación de Pablo Iglesias desde las pasadas europeas, Fernández reconoce que es la ilusión y las ganas de cambio lo que les mueve tanto a él como a sus compañeros. «Todos hacemos de todo... ¿Eres de Podemos? Pues eres voluntario», sentencia mientras añade que «cada uno aporta lo que puede quitando ratos a sus cosas». En su caso, al ser padre, «tiro de abuelos para echar horas... creo que merece la pena y lo vamos a conseguir», concluye.

Cristina Labarga, a sus 30 años «recién cumplidos», se ha sumado a Ciudadanos desde hace unos seis meses. «Repartimos folletos, globos... siempre en la calle y hablando con la gente, que nos pide que seamos muy valientes», cuenta. «Lo tenemos que hacer todo nosotros -ella es la número 9 al Ayuntamiento de Logroño-, estamos empezando, pero tenemos muchas ganas», asevera. «Somos gente que no vivimos de la política, tenemos trabajo y la campaña nos quita tiempo libre, pero lo hacemos porque creemos en el proyecto», dice en referencia al partido de Albert Rivera.

Tras toda una vida dedicada al corte y la confección, Ana María Medina, recién jubilada a sus 73 años, se ha animado a colaborar con el PR+ de cara a esta campaña. «Como modista en 'Mi costura' lo mío han sido los trajes regionales y Mikel -por Miguel González de Legarra- me ofreció echarles una mano pues simpatizo con ellos», recuerda. «Al principio no sabía muy bien cómo y en qué, pero he visto que hay múltiples formas: hinchando globos, repartiendo piruletas y caramelos... es la primera vez que lo hago», dice. «Cada día hacemos grupos y vamos a distintos puntos de la ciudad», termina.

Lina Sierra, también jubilada, se ha enrolado en Cambia Logroño y La Rioja. A sus 67 años, no duda incluso en pegar carteles. «Todos los días, si bien los fines de semana me relajo pues es cuando más gente hay», reconoce. «Hay que arrimar el hombre y nunca sobran manos», afirma. «Tratamos de vincular al mayor número de personas posibles en campaña y, por supuesto, para que sigan aportando después de las elecciones, pues esto no se acaba aquí», manifiesta «ilusionada» ante la posibilidad de «cambio».

«Pegamos carteles, repartimos folletos, hacemos de todo... somos cuatro y hay que tirar de simpatizantes», muestra su sentir Raúl Gonzalo Marrodán, de 28 años, desde el verano pasado en UPyD. Diseñador gráfico de profesión, ha modificado la cartelería junto a un compañero para hacerla lo más accesible posible para todos los públicos, caso de «aumentar la letra para que las personas mayores la puedan leer sin problemas». «Sacas tiempo libre de donde no lo tienes y echas una mano... por amor a la causa», repite en la línea del resto de voluntarios.