El voto por correo se dispara y aviva el temor a la desmovilización

Hasta hoy, un total de 176.598 personas han solicitado ejercer el voto a través de esta modalidad, un 98% más que hace tres años y medio. «Domingos para ir a la playa hay muchísimos, el verano es muy largo. Pero solo hay uno para consolidar un cambio histórico en Andalucía», dijo el sábado el presidente andaluz y candidato del PP, Juanma Moreno, consciente de que la abstención es su gran enemigo hacia un Gobierno en solitario.

En las últimas elecciones andaluzas, tan sólo el 58,6% de los ciudadanos con derecho a voto introdujo su papeleta en la urna. Ese nivel de participación representó una caída de más de cinco puntos respecto al registro de 2015 (63,9%), cuando repuntó tres puntos en relación con la convocatoria de 2012 (60,7%).

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Pero no solo el fantasma de la abstención atormenta al PP, los socialistas han hecho un llamamiento a la movilización durante toda la campaña ante la amenaza de que se repita el desastre de 2018, cuando 400.000 de sus votantes se abstuvieron y Susana Díaz cayó al histórico suelo de los 33 escaños.

En Ferraz, se resisten al pesimismo y confían en que si hay una alta participación pueden ganar los comicios pese a que ninguna encuesta augura ese escenario. En el último sondeo preelectoral del CIS, publicado a las puertas de la contienda, el PSOE se llevaba el 25,2% de los votos, entre 32 y 36 escaños. La horquilla de la encuesta publicada este lunes por el instituto demoscópico apunta a que la campaña no ha servido para remontar ni sacar a sus votantes de la abstención.