Siete de cada diez hipotecas se constituyeron a tipo fijo, récord histórico

Se trata de un cambio de tendencia total, puesto que hasta 2021 las hipotecas a tipo variable siempre habían sido las más escogidas entre los compradores de una vivienda. Es más, hace apenas doce años, las operaciones que se constituían a tipo fijo eran residuales, apenas un 2,7% en 2010, porcentaje que se fue incrementando levemente con el paso de los años: 7,4% en 2015, 23,7% en 2016, 42,1% en 2019… y, por primera vez, en 2021 el tipo fijo superó al tipo variable.

Concretamente, en 2022 se inscribieron en España más de 328.000 hipotecas a tipo fijo, unas 80.000 más que en 2021, pese a que el tipo de interés medio era más alto que el del variable: 2,71% frente a 2,09%. Cabe destacar, no obstante, que a lo largo del año el tipo fijo ha ido perdiendo peso e incluso los expertos vaticinan que continúe a la baja, ya que ahora las hipotecas mixtas están siendo las más demandadas; de hecho, han pasado de suponer el 6% del total de operaciones en diciembre de 2021 a representar el 31% en diciembre de 2022.

Con carácter general la firma de hipotecas también ha ido de más a menos a lo largo del año. Se formalizaron 463.614 operaciones, un 10,9% más que un año atrás y el dato más elevado desde 2010. Sin embargo, después de 21 meses al alza, el número de hipotecas para comprar vivienda se redujo un 8,8% interanual, lo que refleja ya un claro síntoma de desaceleración en el mercado inmobiliario debido al encarecimiento de los préstamos a consecuencia de la subida de tipos decretada a partir de verano por el BCE.

Y es que el tipo de interés escaló en diciembre hasta una media del 2,67%, el más alto desde abril de 2018, e incluso el fijo rozó el 3% (2,93%), equiparándose prácticamente con el euribor de ese mes, que se elevó a hasta el 3%. En la actualidad roza ya el 3,5%.

De esta manera, el importe medio de las hipotecas constituidas sobre viviendas subió un 5,8% en 2022, hasta situarse en los 145.510 euros, su valor más alto desde 2007, mientras que el capital prestado se incrementó un 17,3% en el conjunto del año pasado, hasta superar los 67.460 millones de euros.

Los portales inmobiliarios calificaron 2022 de «año récord», un año en el que había apetito gracias a la demanda embalsamada de la covid-19, pero que ha ido de más a menos, condicionada además por el cambio regulatorio motivado por el encarecimiento de los tipos.

Sin embargo, los expertos vaticinan un escenario mucho más moderado en 2023, como anticipa la caída cercana al 9% que se ha registrado en diciembre pasado. El nuevo año será un ejercicio marcado por nuevas subidas del euribor y, por tanto, un mayor encarecimiento de los préstamos, así como por la incertidumbre económica que genera la guerra en Ucrania y la espiral alcista de los precios.