Intercambio de casas, una fórmula para irse de vacaciones gratis

El intercambio de casas es una modalidad que nació con la compañía californiana HomeExchange en 1992 (dueña hoy también de la francesa GuesttoGuest) y que está cada vez más extendida entre los trotamundos. Cada vez son más las páginas webs o aplicaciones que ofrecen este servicio de alojamiento y los usuarios que se adhieren a este estilo de descubrir otros rincones del planeta.

Para poder disfrutar esta original fórmula de viajar, hay que empezar por darse de alta en alguna de las muchas plataformas que existen para ello. Como ocurre en las webs de alquileres de alojamientos turísticos, no son servicios gratuitos para los que ofertan sus viviendas.

Por lo general, la mayoría de las empresas que se dedican a esto cobran una pequeña cuota anual, equivalente a una noche de hotel, que habilita a todos los intercambios deseados. Algunas otras, en cambio, solo se quedan con un porcentaje cuando se realiza alguna transacción.

El segundo paso es publicar la casa ofrecida, con descripciones precisas y fotos atractivas que enseñen todas sus comodidades y ventajas, pero siempre ajustadas a la realidad del hogar. No solo vale la residencia principal para estos trueques. También se puede poner en el escaparate la casa del pueblo, el piso de la playa u otras viviendas de las que se disponga.

Otro punto importante es la previsión. El intercambio de casas no es la opción ideal para quienes prefieren organizar todo a última hora. Se trata de un sistema en el que no solo hay que escoger destino y hogar en un momento determinado, sino también encontrar a quienes quieran viajar a nuestro lugar de residencia y disfrutar de nuestra casa en el mismo periodo de tiempo.

Por ello, es importante empezar la búsqueda con algunos meses de anticipación y escribir a varios usuarios a la vez para poder ampliar las posibilidades de éxito en el acuerdo buscado.

Los sitios dedicados a estos intercambios de propiedades suelen tener alojamientos en decenas de países del mundo (Estados Unidos, Canadá, Australia, España, Francia, Reino Unido, Dinamarca, Irlanda, Italia y Holanda son los destinos con más ofertas), aunque pueden servir también para canjes a nivel nacional, para vacaciones cortas, como las de Pascuas, Navidad o puentes.

Más allá del ahorro que presupone esta forma de viajar, ya que la mayor parte del presupuesto suele ir a este apartado, hay otros varios puntos a favor del intercambio de casas o pisos.

El primero a destacar es que al ser en su gran mayoría viviendas en las que la gente vive durante todo el año, están equipadas con todo lo necesario. Además, suelen estar ubicadas en sitios donde se puede palpar y experimentar el estilo de vida local, lejos de los centros más turísticos.

Intercambiar pisos o casas abre también la oportunidad a disponer, por ejemplo, del coche de la persona con la que llegamos al acuerdo de trueque. Con lo que disponemos de un servicio más sin invertir un euro. Incluso hay sitios que abarcan también transacciones de caravanas y barcos.

No tener intermediarios y poder contactar y negociar de manera directa con la otra parte interesada en el canje es otra de las cuestiones positivas de esta fórmula que, dicen sus creadores originales, está basada en la hospitalidad, la confianza, la amabilidad, las ganas de compartir, el respeto y las relaciones humanas.

Un aspecto que viene de la mano de la flexibilidad, al poder adaptarse a las necesidades de todos los involucrados. Se pueden dar casos en los que, por ejemplo, las fechas de viaje no coinciden en su totalidad, entonces ambas partes comparten algunos días de convivencia en una de las localizaciones.

La ya mencionada HomeExchange, HomeLink, Home for Home, Home Swap Holidays o Love Home Swap son algunas de las páginas en las que podemos encontrar la casa o el piso perfecto para nuestras próximas vacaciones mientras otros disfrutan de la nuestra.