Los extranjeros representaron el 19% de los compradores de vivienda en 2019

De este modo, por un lado, los compradores extranjeros residentes en España sobre las transacciones totales registraron una pauta creciente entre 2007 y 2019, al pasar en estos años desde el 4,2% hasta el 10,9%.

A ello hay que sumar que las compras de viviendas por parte de extranjeros no residentes, que representaban, en promedio, un 3,3% entre 2007 y 2010, se incrementaron hasta alcanzar un máximo del 10,5% en 2014. Desde ese momento, este porcentaje ha disminuido gradualmente, hasta situarse en el 7,8% en 2019.

Por ello, en total, en el último ejercicio, la inversión extranjera, entre residente y no residente, pesó casi un 19% en el conjunto del mercado, fue responsable de casi una quinta parte de todas las operaciones inmobiliarias.

El Banco de España también ha detectado pautas respecto a los precios que pagan los compradores extranjeros. En cuanto a los residentes, que se concentraron sobre todo en los archipiélagos y en las zonas del litoral mediterráneo, el precio promedio por metro cuadrado que pagaron en el periodo 2014 a 2019 fue un 4% superior al de las operaciones efectuadas por compradores nacionales en el mismo promedio. Ello, sobre todo porque en las provincias de Santa Cruz de Tenerife, Barcelona y las Islas Belares los precios promedio que pagaron los extranjeros fueron un 10% superiores a los de las realizadas por compradores nacionales. Ya que en el resto de España los extranjeros residentes pagaronn menos que los locales. «Estas diferencias son probablemente reflejo del diferente perfil inversor en las distintas provincias. En las de la costa mediterránea y en las islas tienen seguramente un peso más elevado los inversores extranjeros con rentas altas, que demandan viviendas de mayor calidad y situadas en mejores zonas», incide el Banco de España en su informe.

Además, el organismo también ha detectado que el aumento de la población en algunas provincias, también de los extranjeros residentes, sobre todo en las insulares, «habría contribuido a elevar los precios de la vivienda a través de su efecto sobre la demanda de inmuebles». De hecho, en el periodo de la recuperación del mercado inmobiliario, la aportación de los extranjeros al crecimiento total de la población, si bien fue pequeña, e incluso negativa en la mayoría de las provincias, también aportaron contribuciones positivas que se concentraron en Baleares, Tenerife, Madrid, Las Palmas o Málaga.

Mientras, el precio promedio por metro cuadrado de las operaciones efectuadas por los extranjeros no residentes durante los años de la recuperación económica fue un 46% superior al de las realizadas por compradores nacionales. La brecha entre ambos grupos de compradores entre 2008 y 2013 era de un 19%.