La compraventa de viviendas se hunde pero suben las transmisiones por herencia

Acceder a una vivienda asequible es uno de los principales problemas económicos al que se enfrentan las familias, especialmente los jóvenes. La compraventa de viviendas está experimentando un fuerte descenso en lo que va de año, consecuencia de las restricciones crediticias, de las subidas de precios y de la incertidumbre económica. Este retroceso de la demanda aún no se refleja en los precios, como sí está ocurriendo en otros estados de Europa, como los países nórdicos o Alemania, que han empezado ya a pinchar la burbuja con caídas históricas en el caso alemán. Por ahora, en España lo que se está retrayendo es la compra de vivienda, que ha descendido un 10,5% en el mes de julio sobre igual mes del año anterior y cae un 5,4% acumulado en los siete primeros meses del año. Sin embargo, frente a esa caída, han vuelto a subir las herencias de viviendas. En los primeros siete meses de este año (últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística) se heredaron 123.318 viviendas, un 3,3% más que en igual periodo del año pasado y aumentó su peso respecto al total de transmisiones de vivienda hasta el 20,38%. Es decir, que entre enero y julio una de cada cinco transmisiones de vivienda ha correspondido a una herencia. Como las compraventas –que es la forma de transmisión predominante, ya que representan en torno al 60% del total– han descendido, las herencias han incrementado en dos puntos porcentuales su participación sobre el total. El resto de las transmisiones de vivienda consisten en donaciones, permutas y otras fórmulas, como partición de inmuebles, etc.

Así que las herencias tienen un peso nada desdeñable como vía de conseguir una casa, aunque desgraciadamente sea por motivos luctuosos. La pandemia de coronavirus, que ha provocado la muerte de decenas de miles de personas, muchas de avanzada edad, impulsó la cifra de herencias de viviendas en 2021. Ese año todo se disparó tras el 2020, donde la vida se detuvo para todos por la covid, la compraventa de viviendas descendió casi un 17%, las herencias de casas cayeron un 13,3% y el conjunto de las transacciones se hundió un 18,7%. Al ejercicio siguiente, entre las operaciones embalsadas y las correspondientes al repunte de la actividad, las compraventas de viviendas subieron un 34,8% y las herencias, un 31%.

Ahora, en 2023, el número de viviendas heredadas vuelve a crecer moderadamente tras el descenso experimentado en 2022, que fue más por el efecto escalón que por otra causa, y su peso respecto al total de transmisiones recupera los niveles de 2017, 2016 o 2015.

Si se analiza por Comunidades Autónomas, las herencias de vivienda tienen más peso en Extremadura, Navarra, Asturias, País Vasco, La Rioja, Galicia, Castilla y León y Cantabria. En las dos primeras, las herencias suponen casi un tercio del total de transmisiones de casas. En todas ellas existe un alto porcentaje de propietarios de vivienda, que llega a superar el 80% (salvo Asturias y Galicia que se quedan en torno al 78%), lo que ligado a que hay más población envejecida en casi todas ellas explica el mayor peso de las herencias.

Por el contrario, donde hay menos viviendas heredadas (en porcentaje sobre el total) son Baleares, Canarias, Murcia, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana. Las tres primeras están entre las comunidades donde menos vivienda en propiedad hay, probablemente influido por el mayor parque inmobiliario destinado al turismo.