Las ventas de juguetes aumentarán hasta cifras de hace una década por la inflación

Tanto que diferentes expertos, incluso las propias empresas jugueteras, creen que se puede producir una imagen algo irrealista. Y es que por mor del encarecimiento acumulado de los productos -la inflación media cerró noviembre en el 6,8%, el segundo dato más moderado de un año en el que su tasa llegó a rozar el 11% en julio-, en términos cuantitativos el consumo de juguetes a nivel nacional puede crecer hasta cifras de hace una década, con unas ventas cercanas a 1.190 millones de euros que serían casi la cifra de 2011.

Eso en términos de facturación, con un crecimiento anual que la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) prevé más próximo al 2% que al 3%, es decir, menos de la mitad que la inflación. Sin embargo, en número de unidades se teme incluso un descenso cercano al 1%, quizá algo menos según vaya la campaña navideña, clave para el sector. Desde finales de diciembre a mediados de enero (con las devoluciones de los Reyes Magos) se juegan el 70% de su negocio anual, solo en las tres últimas semanas de diciembre casi el 50% y en la primera de enero el 10%.

Con esta presión sobre los hombros no es extraño que desde los fabricantes se reconozca que «la inflación es un asunto que preocupa mucho al sector, porque los juguetes son un producto de alta estacionalidad y con mucha sensibilidad a los precios». Así lo afirma Marta Salmón, presidenta de la AEFJ, quien destaca que han hecho «un esfuerzo muy importante por contener costes y reducir márgenes para mantener un precio más asequible» que el IPC. En la asociación estiman un encarecimiento medio del 4% en sus productos, aunque otras fuentes de la industria admiten que podría acercarse al final al 6%.

En todo caso, desde la consultora NPD Group España, una de las que mejor conoce la industria del juguete, restan algo de peso al problema. «Pensamos que la evolución de los precios no será tan determinante como en otros sectores», afirma su director, Fernando Pérez, quien apunta un dato llamativo: «lo que mejor está yendo» son los productos que cuestan entre 30 y 50 euros, mientras que los que «muestran peor comportamiento» son los situados por debajo de 10 euros

«Los padres nos esforzaremos en compensar a los más pequeños este año tan duro y disfrutar las primeras Navidades sin rigores pandémicos», señala el profesor Eduardo Irastorza, respaldado por varias encuestas. Por ejemplo, según un informe de la cadena Aldi, el 71% de los hogares españoles prevé destinar en estas fechas el mismo presupuesto o más a la compra de juguetes que el año pasado. Para dos tercios de los consultados serían unos 200 euros, mientras que el 15% llegaría a 300 euros. Eso sí, las ventas online mantendrán una cuota cercana al 30%.

El sector también fía buena parte del éxito o fracaso de su campaña al mercado exterior, pues el 40% de su facturación anual procede de otros países, en especial de la UE y Estados Unidos. Las exportaciones crecieron un 5,9% en 2021 y este año esperan acercarse a ese nivel. Con todo ello, la facturación anual subiría hasta los 1.727 millones de euros.

Vincent Plane, 'country manager' del Grupo Lego en España, apunta a la importancia de una buena diversificación en la oferta. «Como todas las empresas, estamos impactados por el aumento del coste general de producción y de transporte -afirma-; por eso, ahora ofrecemos una amplia cartera de productos que se adaptan a todos los bolsillos e intereses».

Lo que no se esperan ya son problemas de abastecimiento como hace un año con la crisis de los contenedores en China. Desde la AEFJ precisan que en la primera mitad del ejercicio aún soportaron fuertes encarecimientos en materias primas y transporte, aunque desde septiembre se han moderado. No obstante, que el sector haya renovado un 30% de su catálogo permite afrontar mejor posibles incidencias.

Este año se observa una fuerte alza en las ventas de productos licenciados (un 14% más hasta octubre), que ya representan un 30% del mercado gracias a los últimos estrenos sobre Jurassic World, Minions o Toy Story (Lightyear), sin olvidar el universo Marvel, Batman o clásicos como Star Wars y Harry Potter.

Las compras de juguetes cada vez están más influenciadas por otros factores aparte del precio, pese a su importancia. De hecho, casi un tercio de las familias españolas -el 32% según una encuesta del Instituto Tecnológico de Producto Infantil y de Ocio (AIJU)- afirma tener en cuenta la sostenibilidad al comprar un juguete. Sin embargo, el problema es que casi la mitad de los demandantes potenciales de estos productos (el 44% conforme al mismo estudio) considera que la oferta actual de juguetes sostenibles es baja o incluso muy baja.

Pero, ¿qué entienden las familias como sostenible en estos artículos? Pues para la gran mayoría (el 79%) que sean fácilmente reciclables o bien que estén fabricados con materiales de este tipo e incluso naturales. El 75% los asocia con productos elaborados con madera y cartón. Según otro estudio, obra de la cadena de distribución ALDI, el 69% de los hogares se fija en el origen o en los certificados de sostenibilidad a la hora de elegir un juguete.

En firmas como Lego, donde el plástico es básico en sus productos, eliminarán de forma gradual hasta 2026 las bolsas que contienen sus ladrillos, los cuales fabricarán de manera sostenible en 2030. Incluso en los tradicionales catálogos de juguetes en papel va ganando terreno la digitalización.

De otro lado, este mes entró en vigor el nuevo código deontológico que prohíbe los estereotipos sexistas en los anuncios de juguetes y usar de forma discriminatoria la imagen de menores. Según el comparador idealo.es, el 42% de los hombres y el 31% de las mujeres aún siguen esos estereotipos al escoger un artículo u otro.