Una universidad con las mismas alumnas, pero con más profesoras

La Universidad de La Rioja es el ejemplo de esta dualidad. La comparación de los datos de hace una década y del presente curso académico muestran dos tendencias muy diferentes.

La primera, la del estudiantado. Las alumnas que en el 2013/2014 suponían el 55%, en este 2023/2024 suponen el 55,62%, en un levísimo repunte, pero que en las matrículas y en números redondos marcan que hay 416 más mujeres que cursan sus estudios de grado en el campus de la capital.

Pero los estudios que desequilibran esta balanza continúan siendo los históricos vinculados a los roles femeninos. Por ejemplo, en el grado de Educación Infantil, por cada nueve matriculadas hay un chico con vocación docente (91,6%). Algo similar sucede en Enfermería, donde el porcentaje de alumnas de la UR se eleva hasta el 81,36%. O en Trabajo Social, donde se alcanza el 82,4%. Es decir, muchas jóvenes se están formando universitariamente para formar, asistir y cuidar. ¿Vocación o perpetuación de roles? Una pregunta de imposible respuesta.

Y, en el lado contrario, también despuntan grados muy masculinizados. Las carreras técnicas, ahora conocidas como STEAM por su acrónimo en inglés, continúan atrayendo a muchos más varones. En el listón del 80% de matriculados hombres se sitúan las ingenierías (Mécanica, con casi un 84%; Eléctrica, 82,2%; o Electrónica Industrial y Automática, 78,2%, aunque en este caso hace una década el porcentaje era del 91%) y Matemáticas (69% de hombres). Y, como curiosidad, en el ámbito de las letras, en el grado de Geografía e Historia, solo una de cada cinco matriculadas era mujer.

La segunda tendencia es la variación que se está viviendo gradualmente en el claustro de la UR. Cada vez hay más mujeres que ejercen la docencia en el campus público riojano. Hace una década, suponían el 41,75% del profesorado, mientras que en este curso su porcentaje se eleva hasta el 48,4%. Especialmente significativo ha sido el aumento de catedráticas (actualmente ostentan esta consideración 25 mujeres, lo que supone que una de cada tres catedráticos son mujeres, mientras que hace una década eran una de cada cuatro).

Y también se percibe una mayor feminización en los cargos de profesor titular (84 mujeres frente a 67 hombres), en la calidad de sustituto (68 hombres frente a 74 mujeres) y en la de profesor contratado doctor de tipo 1 (17 docentes mujeres por 14 hombres).

Así que el protagonismo femenino continúa creciendo. Pero, como curiosidad, de los siete rectores que ha tenido la UR solo una, María del Carmen Ortiz, ha sido mujer.