La UE roza el acuerdo sobre la reforma de las reglas fiscales

La Presidencia española del Consejo Europeo, encargada de pilotar las negociaciones sobre el nuevo marco fiscal de la UE, «ha ido lo más lejos que ha podido». El trabajo continuará en los próximos días para tratar de cerrar un acuerdo político y, de ser necesario, se convocará una reunión de ministros extraordinaria la semana del 18 de diciembre. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, destacó que «el calendario es perfecto para cerrar un acuerdo político», ya que -una vez adoptada una postura común- los Veintisiete podrán pasar a negociar la reforma con el Parlamento Europeo.

La última propuesta española incluye las exigencias de Alemania y reclama un ajuste fiscal anual del 1% del PIB a los países con más deuda pública, entre los que se encuentra España, que debería reducir su deuda en unos 12.000 millones de euros al año. Para los países con una deuda entre el 60 y el 90% del PIB, la presidencia proponía una reducción anual mínima del 0,5%. En cuanto al déficit, se exige igualmente una reducción del 0,5% para aquellos Estados miembros en los que supere el 3% de su PIB.

Cada país podrá negociar su propia senda de consolidación fiscal, de cuatro años de duración y ampliable a siete. Con estas nuevas reglas, la Comisión Europea dejará de monitorizar anualmente la evolución de la deuda y del déficit y solo tendrá en cuenta si se han cumplido los objetivos o no al final del periodo fijado.

Las diferencias entre los dos grandes bloques -liderados por Francia y Alemania- han retrasado la propuesta española e hicieron imposible un acuerdo. Las diferencias se centran en torno a las referencias numéricas de la reforma. Francia reclama más espacio para las inversiones y un ajuste anual menor de la deuda, mientras que Berlín pide mano dura en la reducción de la deuda y el déficit.

Los ministros son conscientes de la importancia de establecer un nuevo marco fiscal tras dos años en los que las reglas han estado suspendidas por la pandemia y la guerra en Ucrania. Fuentes europeas apuntaron ayer que «existe voluntad» para llegar a un acuerdo, pero que hace falta más trabajo para «calibrar» la nueva normativa. Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, señaló que «el tiempo es crucial teniendo en cuenta los desafíos que enfrenta la economía europea» y destacó que el texto español «mantiene un buen equilibrio».