«El turismo ganará el doble que en 2020, pero la mitad que en 2019»

El exdirector de Turespaña asegura que hay un cambio de ciclo en la industria turística del mundo entero y el futuro del sector depende de cómo reaccionen las empresas. Butler apuesta por la digitalización, lo que se refleja en las tres iniciativas finalistas de la competición organizada por la OMT 'Hospitality Challenge', que busca ideas que aceleren la recuperación del sector.

–¿Cómo ha impacto la pandemia en el turismo a nivel mundial?

–El turismo es el sector más afectado por la crisis. Pero ha habido cosas buenas, la pandemia ha traído una aceleración de las tendencias macro que ya estaban aquí. En un año se ha recorrido lo mismo que en cinco a nivel tecnológico. Y en el turismo las tendencias eran la sostenibilidad con tres componentes claros: económica, social y medioambiental. La social está íntimamente ligada a la medioambiental y a la inversa. Es el gran cambio disruptivo es volver a poner a la persona en el centro de atención de todo el ecosistema y usar como herramientas fundamentales la digitalización y la innovación. Cuando se produce un cambio de paradigma tan acelerado como el que estamos viviendo, la clave es pensar de forma totalmente distinta para poder enfrentarnos a los retos que trae el nuevo turismo.

–¿Cuándo se prevé que comience la recuperación del turismo?

–El turista tiene muchísimas ganas de viajar, las encuestas lo revelan y lo vimos el año pasado en cuanto se levantaron las restricciones en verano. El principal problema son las restricciones de viajes, que están basadas en la salud. Lo importante es la situación sanitaria, que está mejorando de forma considerable respecto al año pasado porque tenemos la vacuna, que es el único arma para luchar contra el virus. En función de la vacunación, tendremos unas menores restricciones de viaje. La otra variable se refiere a los acuerdos entre países que se interconectan para acelerar la recuperación, con el certificado digital como una buena iniciativa. La mayor colaboración internacional y la campaña de vacunación supondrá que el verano de 2021 sea sensiblemente mejor que el del año pasado.

–¿Entonces la recuperación a niveles de 2019 dependerá de cómo vaya el ritmo de vacunación?

–Contemplamos dos escenarios a nivel mundial, uno más optimista y otro menos. En el mejor, con una vacunación más rápida y coordinación internacional pensamos que el año puede terminar en un 45% de ocupación con respecto a 2019. El año 2020 cerramos con un 23% de lo que se consiguió en 2019, así que sería el doble. En el escenario peor, estaríamos cerrando en un 33%. Los escenarios dependerán de cómo varíen las restricciones de viaje, si se levantan de forma más rápida estaríamos yendo a un escenario de niveles de 2019 a finales del último trimestre de 2022. Si estamos en una situación peor, se retrasaría al segundo o tercer trimestre de 2023. Tenemos una mentalidad más lineal que exponencial, pero creemos que la vacunación cogerá mayor ritmo y se podrían acortar los plazos.

–¿Qué supondrá a medio o largo plazo esta crisis para un país tan turístico como España?

–El porcentaje del turismo en el PIB en España en 2019 fue del 12,4%. El turismo es estratégico para España y en cuanto se ha gripado la economía española es una de las que más ha sufrido. Se va a producir un cambio disruptivo pero España tiene todas las cartas para seguir siendo líder en el futuro. Las decisiones que se tomen en dos o tres años son clave y marcarán el ritmo de lo que seremos en las próximas décadas. Se está produciendo un cambio de ciclo que el sector turístico afronta por primera vez y de forma acelerada por la pandemia. Las bases sobre las que se asienta el turismo del mañana son distintas y la sociedad medioambiental es clave. España tiene unas excelentes bases para seguir siendo líder, cuenta con toda la infraestructura, el 'know-how' es muy alto, pero las barreras de entrada serán mayores porque el turismo será más responsable. Hay un recorrido muy largo.

–¿Qué cambios tendrían que darse en España?

–Hace falta un esfuerzo de toda la sociedad, afrontar los retos que están por delante requiere de un esfuerzo conjunto, cooperación y competitividad, un liderazgo compartido y muy generoso, pero España estará a la altura de las circunstancias porque tiene todos los ases en la manga. Tendremos un sector turístico más potente, de más valor añadido y mucho más tecnológico. El nuevo sector turístico reclamará nuevas profesiones como matemáticos, profesionales del 'big data', ingenieros medioambientales o psicólogos. La demanda de profesiones de más alto conocimiento que lo que se exigía en el pasado y España tiene una cantera muy importante por el esfuerzo en formación universitaria de las últimas décadas. En España contamos con los distintos elementos que conformarán el turismo del futuro: mano de obra supercualificada, atractivos turísticos, infraestructuras, conocimiento… Hemos sabido hacer el pan en el pasado y ahora hay que volver a hacerlo pero con harina integral o masa madre. Es un esfuerzo grande pero seguro que se consigue con políticas de Estado.