Trump impone aranceles del 25% a los países que compran petróleo a Venezuela

El decreto presidencial no grava del mismo modo el gas del país caribeño, en contra de lo que había anunciado horas antes el presidente a través de su red social, Truth. Una decisión que llega tan solo dos días después de que alcanzara un acuerdo con el Gobierno venezolano para retomar las deportaciones de inmigrantes. Una pequeña tregua que el líder republicano rompió ayer al retomar su lenguaje beligerante contra un régimen de Maduro que «ha enviado a EE UU, de forma encubierta, a propósito y de manera engañosa, a decenas de miles de delincuentes».

En cualquier caso, Trump se limitó a explicar el porqué -por introducir «personas de naturaleza muy violenta» en EE UU- y el cuándo -el 2 de abril- impondrá los aranceles a los países que compren petróleo o gas a Venezuela. No obstante, y como se ha convertido en habitual en sus amenazas comerciales, no especifica cómo lo hará. Es decir, cuándo empiezan a computar estas adquisiciones ni qué ocurre con los envíos en curso.

La cuestión es que Trump ha recurrido con frecuencia a amenazas comerciales que después no se han concretado. Es lo que ha ocurrido con el impuesto a los bienes europeos a partir del próximo 2 de abril, cuando ha prometido aranceles «recíprocos», de los que podrían quedar exentos varios sectores, como los automóviles, los microprocesadores o los productos energéticos.

El Gobierno de Maduro tachó la decisión de Trump de «violación flagrante» del orden económico mundial. «Es arbitraria, ilegal y desesperada y confirma el fracaso rotundo de todas las sanciones» de EE UU a Venezuela. Por ese motivo, el Ejecutivo caribeño «ejercerá todas las acciones pertinentes ante los organismos internacionales» para defender sus derechos.