Subir el salario mínimo a 1.082 euros beneficiaría a 2,3 millones de trabajadores

El perfil del principal beneficiario de este nuevo alza será el de una mujer de entre 16 y 34 años con un contrato temporal, que trabaja en la agricultura o el sector servicios y vive en Andalucía, según el análisis pormenorizado que realiza el sindicato, que concluye que, en contra de lo que advierten algunos organismos y expertos económicos, no tendrá efectos negativos sobre el empleo y, además, contribuirá a una mejora de la cohesión social, puesto que tiene un fuerte impacto en la reducción de la pobreza.

De los casi 2,3 millones de asalariados afectados, en torno a 1.926.000 tienen un puesto a tiempo completo, mientras que otros 348.000 cuentan con un contrato a tiempo parcial. En total, un 13,7% de todos los ocupados a jornada completa, prácticamente uno de cada siete, vería incrementada su nómina en enero en caso de que finalmente el Gobierno se decantara por el alza más elevada de la franja señalada por los 'sabios' para alcanzar el 60% del salario medio español y cumplir así el compromiso de legislatura.

Un 18,2% de las mujeres trabajadoras se verían favorecidas por este nuevo aumento de la renta más baja del mercado de trabajo español, lo que supone que impactaría prácticamente en una de cada diez, mientras que la incidencia en los hombres se reduce hasta el 10,3% de los asalariados.

Esto se debe a que más de la mitad de los beneficiarios de un nuevo aumento de la renta más baja del mercado de trabajo español serán mujeres; concretamente, un 57,5%, mientras que el 42,5% restante serán varones. Por eso, CC OO sostiene que llevar el salario mínimo hasta los 15.148 euros brutos al año ayudaría a cerrar la brecha salarial entre géneros.

Lógicamente, el impacto de la subida recaerá principalmente en los jóvenes, hasta el punto de que afectaría a la mitad de los trabajadores de este colectivo: al 31,7% de los menores de 24 años y al 19,2% de la población de 25 a 34 años.

De igual manera, beneficiaría a dos tercios de los trabajadores del sector servicios (un 77%), el más afectado por el salario mínimo, donde un 14,5% de los empleados mejoraría sus ingresos, así como a la mitad de los asalariados del campo (46,9%).

A su vez, el 21,6% de las personas asalariadas con contrato temporal estaría afectado por la subida, frente a un 11,5% de los contratos indefinidos.

El Gobierno inició el pasado miércoles la negociación del nuevo salario mínimo para 2023, aunque previsiblemente no se alcanzará un acuerdo al menos hasta el mes de enero, puesto que las posturas entre sindicatos y patronal son muy dispares. UGT y CC OO exigen elevarlo hasta los 1.100 euros, mientras los empresarios aceptarían un alza moderada hasta los 1.042 euros y condicionada además a una rebaja en las cuotas agrarias y a indexar los contratos público a este incremento. La última palabra la tiene el Ejecutivo, que intentará cerrar un pacto en la mesa del diálogo social.