Los sindicatos elevan el tono de cara a un mes de septiembre en el que uno de los principales objetivos será conseguir un acuerdo dentro del diálogo social para la reducción de la jornada laboral. Unas negociaciones que en julio quedaron completamente bloqueadas ante el ... rechazo de la patronal, que desbarató el plan de la vicepresidenta Yolanda Díaz de irse de vacaciones cumpliendo una de las grandes promesas de la legislatura.
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A poco más de tres semanas para el próximo encuentro fijado para el 9 de septiembre, el secretario general de CC OO, Unai Sordo, ha vuelto a poner el foco en la urgencia por el pacto, amenazando con un impulso de las movilizaciones para acelerar el proceso. «Lo que planteamos es un proceso de movilizaciones en la calle y los centros de trabajo para la vuelta de agosto, a lo largo del mes de septiembre», expresó el líder sindical en una entrevista con RNE.
A finales de julio, Yolanda Díaz ya indicó que la pelota de la negociación estaba en manos de los empresarios, subrayando que el perímetro del posible acuerdo había quedado, eso sí, delimitado a tres factores: la reducción efectiva de la jornada laboral a 37 horas y media, el control horario y la desconexión digital. En cualquier caso, tal y como confirmaron fuentes del ministerio en su momento a este diario, a lo que sí se abrieron tanto el Gobierno como los sindicatos es a dar un mayor margen de maniobra a los empresarios, incluso para retrasar la plena aplicación de la medida más allá de 2025.
Según explicaron, se ha hablado incluso de ampliar el plazo a algunas empresas o sectores, estableciendo excepciones para la reducción de las 37 horas y media, siempre y cuando hayan comenzado un recorte «progresivo y paulatino» de horario.
En cualquier caso, el secretario general de CC OO subrayó este jueves que, con acuerdo entre Gobierno, sindicatos y patronal, o sin acuerdo, esta es una medida que antes o después tendrá que ir a las Cortes Generales. «Nosotros ahí lógicamente vamos a exigir a los grupos políticos que avalen una reducción legal del tiempo de trabajo», expresó Sordo, recordando que hace más de 40 años que se instauró la jornada laboral de 40 horas semanales y «es tiempo de que se reduzcan al menos a las 37 y media que ahora mismo están encima de la mesa».
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Por otro lado, cuestionado sobre la semana laboral de cuatro días, Sordo defendió la importancia de tender hacia una reducción general del tiempo de trabajo, pero apuntó a que otro debate asociado tan importante como ese es el de la distribución del tiempo de trabajo, indicando que «no vale una fórmula para todas las empresas y para todos los sectores».
De este modo, si bien considera que la semana laboral de cuatro días es muy deseable en muchos sectores, seguramente no sea la fórmula para otros, como las cadenas de montaje. «No vale una fórmula única», insistió durante su entrevista recogida por Europa Press. «Son dos debates que van absolutamente de la mano. Trabajar menos, pero también poder decidir entre empresarios y trabajadores cómo se distribuye el tiempo de trabajo para que el trabajo no colonice la vida de las personas trabajadoras», explicó, añadiendo que, el punto central, es pactar definitivamente la reducción del tiempo de trabajo.
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