Las pymes alzan la voz contra las «injerencias» del Gobierno: «¡Basta ya!»

El grito que se escuchó durante la Asamblea Anual de Cepyme que se celebró ayer en Madrid fue unánime : «Debe cesar la aprobación de reformas por parte del Gobierno que intervienen en el funcionamiento de la empresa y hurtan la flexibilidad necesaria para su desarrollo». Esta fue solo una de las múltiples críticas que fueron leyendo pequeños empresarios de toda España extraídas del 'Manifiesto de la pyme española por la libertad de empresa' que fue aprobado por los órganos de Gobierno de la confederación para exigir la defensa de la libertad de empresa que está reconocida en la Constitución, el cese del intervencionismo y de la estigmatización de la figura del empresario.

«Estoy harto». «¿A dónde nos llevan?» «Tenemos que hacer algo». Estos fueron algunos de los lamentos que en estos últimos tiempos le trasladaban al presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, muchos de estos pequeños y medianos empresarios a los que representa la patronal. Y fue –precisó– lo que le llevó a decidir «hablar alto y claro, justo ahora, cuando el escenario de ataque a la liberta del empresario es extremo».

Estaba previsto que escuchara en directo la lectura de este manifiesto –además de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que sí acudió– el ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, pero justo la tarde antes canceló su asistencia al evento, precisamente cuando se publicó en la prensa que se iba a leer este documento crítico contra el Gobierno. Así lo trasladaron a este periódico fuentes empresariales, aunque desde el ministerio lo desmintieron y aseguraron que se trata de un problema de agenda.

Esta ausencia de un ministro en la Asamblea, tal y como viene siendo habitual, es otro reflejo más del momento de máxima tensión que viven empresarios y Gobierno. El cruce de acusaciones entre ambos es cada vez más habitual y la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo es cada vez más remota, pese al último intento que hará la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para pactar la reducción de jornada.