Polémica con las cotizaciones: ¿cuánto paga la empresa y cuánto el trabajador?

La última guerra estalló cuando la ministra de Trabajo llegó a comparar al líder de los empresarios con personajes públicos tan controvertidos como Donald Trump, expresidente de EE UU, y Javier Milei, actual presidente de Argentina. El detonante: unas declaraciones de Garamendi en las que defendía que las empresas deberían poder pagar a cada uno de los trabajadores el coste salarial real total en su nómina mensual, sin descontarles las cotizaciones sociales, y ser ellos los que se encargaran de abonar las cuotas a la Seguridad Social, lo que elevaría sus ingresos hasta un 44%, unos 800 euros de media.

«Es la forma en la que se vería realmente cuánto es el coste real de los salarios en España», recalcó el líder vasco, que apuntó que «puede ser casi el doble de lo que realmente a alguien le llega al bolsillo». Era su forma de mostrar su disconformidad con la última propuesta sobre pensiones que el Ejecutivo puso el pasado lunes encima de la mesa y que, de ver la luz, supondría un nuevo encarecimiento del coste laboral.

Yolanda Díaz, primero a través de la red social X y después a viva voz, cargó contra unas declaraciones que calificó de «impropias» y «profundamente incorrectas». «Es imprudente que un líder empresarial tan importante se deje secuestrar por discursos más propios de Milei o de Trump», escribió. Le acusó de «frivolizar» y «hablar para unos pocos privilegiados» y le lanzó un duro mensaje: «Le digo al señor Garamendi que debe representar con dignidad el puesto que ostenta y que debe de comportarse».

El presidente de la CEOE tachó por esto a Díaz de «demagógica» y se defendió precisando que lo que pretendía es un ejercicio de «transparencia» para que a cada trabajador le llegara a su cuenta corriente el coste que paga la empresa por su salario, para que sepa «cuánto de mi nómina se lo está llevando el Estado».

¿Cuál es realmente ese precio y cuánto corre a cargo de la empresa y cuánto del trabajador? El mínimo que una compañía abona a la Seguridad Social es un 31,38% del salario total del trabajador, porcentaje que se puede elevar hasta el 37,73%, puesto que depende del tipo de cotización por accidente de trabajo y enfermedades profesionales que aplique, que varía en función de la actividad (a mayor riesgo, mayor cuota) y oscila entre un 0,9% y un 7,25%.

Más concretamente, el empleador carga con un tipo del 33,60% por contingencias profesionales –que se destinan principalmente a pagar las pensiones y las bajas laborales–, un 5,5% por desempleo –de donde se obtienen los ingresos para la prestación del paro–, un 0,20% a Fogasa –fondo de garantía salarial– y un 0,60% para formación. Además, tienen que pagar el nuevo impuesto para financiar las pensiones del 'baby boom' (MEI), que supone este año otro 0,58% adicional del salario bruto.

Pero además el trabajador tiene que aportar un 6,47% de su salario a la Seguridad Social en concepto también de cotizaciones (en este caso 4,7% por contingencias; 0,12% por el MEI y 1,55% por desempleo), con lo que el sistema ingresa al menos el 37,85% de su sueldo sin que pase por su cuenta corriente, lo que permitió al Estado recaudar el año pasado la cifra récord de 154.633 millones de euros, un 10,3% más que en 2022.

Así, por un trabajador con un sueldo medio de 1.800 euros brutos al mes repartidos en 14 pagas (la base media de cotización se sitúa en 2.100 euros) la Seguridad Social se lleva al mes 795 euros, de los cuales 659 euros corren a cargo de la empresa y 136 euros a cargo del empleado.

En cualquier caso, en la nómina del trabajador ya quedan «perfectamente reflejados» todos estos conceptos, tal y como resaltó este miércoles la ministra Elma Saiz.