El mercado laboral español saca músculo frente a las turbulencias derivadas de la inflación, la guerra en Ucrania y, durante el mes de marzo, también de la crisis bancaria. El inicio de la temporada alta con las contrataciones en sectores como la hostelería previas a ... la Semana Santa ha provocado que el paro bajase en 48.755 personas respecto al mes de febrero, con la Seguridad Social sumando 206.410 nuevos afiliados.
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Se cierra así un periodo récord que rebaja la cifra total de parados al entorno de los 2,86 millones de personas, la más baja de un mes de marzo desde 2008. No obstante, hay que tener en cuenta que en las listas oficiales no están todos los que son, puesto que no se contabilizan los trabajadores que han pasado a tener un contrato fijo discontinuo a raíz de la reforma laboral (antes eran temporales que se iban al paro) y que actualmente permanecen inactivos.
Pese al importante matiz, los datos publicados implican que la economía española tiene ahora 246.503 desempleados menos que hace un año. «Estamos hablando del mejor marzo de toda la historia, son datos extraordinarios y sin precedentes desde cualquier punto de vista», indicó José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, ante las críticas de la oposición por la euforia del Ejecutivo. «Desde la prudencia, permítanme mostrar la satisfacción por los excelentes desempeños del empleo en nuestro país», expresó también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras un encuentro con el presidente de Chipre, Nikos Christodoulides.
Los datos de afiliación han sido especialmente positivos, superando ya los 20,37 millones de personas (20,5 millones en términos desestacionalizados), de los que 10,77 millones son hombres y 9,59 millones mujeres.
La cifra total implica 542.049 afiliados más que hace un año, lo que representa un crecimiento del 2,73% interanual.
«Cerramos un trimestre en el que se han sumado 291.477 ocupados, lo que supone la mayor subida histórica en un primer trimestre del año», añaden desde el Ministerio de Seguridad Social. Presumen además de que el ritmo de crecimiento es de más del triple que el promedio de los tres meses anteriores. «El nivel actual supera en 1,1 millones de personas el número de afiliados que existía antes del inicio de la pandemia (febrero 2020)».
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La reactivación del turismo ha sido clave para dejar atrás de forma definitiva el susto de enero, cuando se perdieron 215.000 afiliados. El Gobierno sigue defendiendo que el actual repunte del empleo viene en buena parte de áreas mucho más productivas, innovadoras y de calidad. Pero la realidad es que esta industria sigue siendo el verdadero motor del mercado.
En total, la hostelería ganó algo más de 71.800 cotizantes en el mes. Y los registros del SEPE también evidencian esta fuerte contribución. En concreto, el sector servicios registró 42.789 parados menos, una caída del 2,05% que supera notablemente las siguientes en el ranking: construcción, donde se produjo una reducción del paro del 1,76% (3.898 personas), Industria, con un descenso del 1,4% (3.419 personas) y Agricultura, con un descenso del 2,2% que se traduce en 2.648 parados menos.
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Pese a que la hostelería –de mayor volatilidad y fuerte rotación– vuelve a tirar del empleo, Escrivá se apoya en los datos desestacionalizados para desvincular la buena evolución de marzo de la Semana Santa, asegurando que sólo son atribuibles a la estacionalidad unos 55.000 empleos de los 206.410 creados en el mes, mientras que 150.000 son nuevos empleos netos.
Desde el Gobierno también destacan el positivo impacto de la reforma laboral en la rebaja de la temporalidad, una de las grandes lacras del sistema en España en los últimos años. Según los datos oficiales, de los 1,31 millones de contratos firmados en marzo, 615.674 fueron indefinidos, el 46,82% del total.
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El porcentaje de afiliados con contrato temporal retrocedió hasta el 14%, frente a la media del 30% que se registraba antes de la reforma aprobada ahora hace 15 meses. El bajón ha sido especialmente notable en el caso de los menores de 30 años, donde la temporalidad se ha reducido del 53% al 21%, aunque la cifra sigue siendo muy elevada.
Esta mayor estabilidad del empleo se constata además, según el Ministerio, en la duración media de los contratos, que en el primer trimestre ha aumentado en 47 días frente a 2019, antes de la pandemia. «Queda aún mucho por hacer para dejar atrás la cultura de la precariedad, pero no cejaremos en el empeño de hacer del empleo de calidad una seña de identidad de nuestro país», valoró la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
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