La OCDE avala reducir la jornada en España para impulsar su baja productividad

Esta es una de las recetas que propone este 'think tank' en un informe publicado este miércoles para mejorar la productividad en España, que crece cada año menos de la mitad que la media de la OCDE: apenas un 0,5% frente al 1,2%. Así, sugiere que el Gobierno debería «aprovechar la fuerte participación de los interlocutores sociales en el ámbito del tiempo de trabajo para promover una mejor comprensión de los efectos de una semana laboral más corta, facilitando la experimentación política y ampliando la base de pruebas».

La OCDE reconoce que hasta ahora «solo hay pruebas limitadas sobre el impacto de una reducción de la semana laboral en la productividad», pero se muestra partidaria de arriesgarse para tener «más pruebas empíricas» ya que «hay pruebas claras de que las jornadas laborales muy largas aumentan los riesgos para la salud y reducen la satisfacción laboral y la productividad laboral por hora».

En este sentido, se decanta más por una reducción en el número de horas diarias, que en pasar a trabajar cuatro días a la semana en vez de cinco. «Si bien es probable que una reducción del tiempo de trabajo aumente la productividad y mejore el equilibrio entre la vida laboral y personal, puede que no ocurra lo mismo con una reforma que reduzca el número de días de trabajo pero al mismo tiempo aumente su intensidad al incrementar las horas diarias».

Asimismo, la OCDE manifestó su apoyo a la reforma laboral que ha reducido de golpe la temporalidad, aunque mostró ciertas reticencias hacia ese 'boom' de los trabajadores fijos discontinuos, que se han duplicado en estos dos años. Así, pidió vigilar esta figura en la mesa del diálogo social para que no se conviertan en «una nueva fuente de precariedad», ya que ofrecen «más seguridad laboral, pero cierta incertidumbre económica en cuanto a sus ingresos». «Los contratos discontinuos intermitentes han aumentado en este periodo de tiempo y de cara al futuro será importante, mediante el diálogo social y la negociación colectiva, realizar un seguimiento de la utilización de este tipo de contratos para asegurarnos de que no se conviertan en una nueva fuente de precariedad para los trabajadores y que puedan disfrutar de contratos sólidos, indefinidos», subrayó Scarpetta.