El Gobierno suprime las reducciones y las bonificaciones a la contratación temporal

Así, la nueva norma suprime a partir de septiembre –mes en el que entra en vigor- todas las ayudas que hasta ahora existían también para los contratos temporales, exceptuando aquellos firmados por personas con discapacidad, colectivo para el que se mantienen todos los incentivos que ya existían, y aquellos que se dirijan a desplegar políticas de conciliación familiar. Los incentivos a la contratación se focalizan en los contratos indefinidos celebrados con personas de atención prioritaria, especialmente parados de larga duración, mayores de 45 años, jóvenes y mujeres, así como en la transformación de determinados contratos temporales en indefinidos.

«Corregimos una de las grandes deficiencias de una de las políticas fallidas que se convertía en un peso muerto, ya que favorecía a las personas que per se tenían una mejor posición. Todo el sistema de incentivos queda trastocado y se acomoda a una única realidad: se van a dirigir al espíritu de la reforma laboral, esto es, a la estabilidad en el empleo», explicó con satisfacción la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien destacó que el Gobierno «sabía muy bien lo que tenía que hacer» y hay consenso en la doctrina.

Además, la nueva norma simplifica y homogeneiza los requisitos de las empresas beneficiarias, para las que establece la obligación de mantener al trabajador en situación de alta en la Seguridad Social al menos tres años desde el inicio del contrato incentivado. «Esta era una de las grandes quejas: las empresas contrataban y luego eran despedidos», denunció la ministra de Trabajo.

La nueva regulación unifica aspectos relativos a las cuantías de las bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social. De esta manera, en el caso de las bonificaciones destinadas a promover la contratación laboral, se establece una cuantía de bonificación por cada mes natural completo, así como la fórmula para calcular el importe de la bonificación aplicable cuando la persona trabajadora no figure de alta durante todo ese mes.

Díaz señaló que se han eliminación muchas bonificaciones que existían en la legislación actual, pero a su vez se han creado cinco nuevas. Una de ellas se dirige a la contratación indefinida de jóvenes con baja cualificación beneficiarios del Sistema Nacional de Garantía Juvenil, que dará derecho a una ayuda de 275 euros durante tres años, mientras que otra se destinará a bonificar la transformación en contratos fijos discontinuos de contratos temporales suscritos con personas trabajadoras incluidas en el Sistema especial agrario por cuenta ajena, que supondrá una ayuda en la cotización durante los tres años siguientes de 55 euros por mes, cifra que, en el caso de las mujeres, se eleva hasta los 73 euros por mes.

También se contemplan bonificaciones para impulsar el autoempleo y la economía social, permitiéndose la capitalización de la prestación por desempleo, como medida de fomento del empleo, tanto para las sociedades laborales como para las cooperativas, posibilitando que los trabajadores por cuenta ajena puedan adquirir la condición de socios trabajadoras o de trabajo.

Al mismo tiempo, el real decreto permitirá que puedan ser incentivadas las medidas acordadas en los convenios colectivos que incluyan compromisos como el mantenimiento o el incremento del empleo, la conversión de contratos formativos o de relevo en indefinidos o la mejora del empleo indefinido a tiempo parcial o fijo-discontinuo en empleo indefinido a tiempo completo u ordinario.

Este nuevo sistema de ayudas se evaluará de forma permanente, con lo que «ningún incentivo tendrá carácter estructural», pues sólo se mantendrán los que funcionen, según señaló la vicepresidenta segunda.