Los españoles ganan menos dinero que hace una década

Esta es una de las conclusiones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la edición especial de su informe Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil. Una excepción ibérica y casi única en los países desarrollados. Los otros países señalados son Australia, Brasil, Colombia y Egipto. «Todos estos países han experimentado un periodo de deflación salarial durante los últimos diez años», revela el texto.

«Los peores impactos los han sufrido los jóvenes de España y Australia», añaden los investigadores de la OIT. Una situación que se agrava al mirar el género del trabajador, porque los datos de los últimos diez años reflejan que los hombres jóvenes se han beneficiado mejor de la recuperación del mercado de trabajo que las mujeres. Una afirmación que no se cumple en el plano laboral español.

En España, según la OIT, la recuperación del salario de las trabajadoras menores de 30 años y mayores de 25 comenzó en 2018, mientras que la de los jóvenes llegó dos años más tarde. Sin embargo, «la brecha salarial es aún existente», advierten los autores de la información.

El motivo por el cual las mujeres jóvenes están cobrando más que los varones es que están más formadas. Muchos hombres abandonan de forma temprana sus estudios para empezar a trabajar en sectores que no requieren formación.

En las últimas dos décadas, la tasa de desempleo juvenil a nivel mundial ha ido cayendo hasta la irrupción de la covid-19 en 2020, que elevó nuevamente el porcentaje de jóvenes sin trabajo. Una cifra que es preocupante, según la OIT, en los estados árabes y en la África Septentrional. Ambas regiones tienen más de uno de cada tres menores de 30 años sin trabajo. En España, la cifra a finales de 2023, cuando se cerró el estudio, según la Estadística de Población Activa (EPA), era de 21,2%. El informe de la Organización Internacional del Trabajo concluye que «los jóvenes de las mayoría de regiones no pueden encontrar un trabajo seguro».

A pesar de ello, este organismo multilateral espera que el desempleo entre los más jóvenes continúe cayendo hasta situarse en el 12,8% a mediados de esta década. «Las instituciones tendrán que guiarlos a través de las complejidades de las transiciones de la escuela al trabajo», advierte el informe. En el camino de ese paso a la edad adulta se queda el 20,4% de la población mundial de menores de 30 años. Dos de cada diez, a finales de 2023, no tenía empleo, ni estudiaba ni recibía formación. «Esto ocurre especialmente en los países menos desarrollados», revela la OIT.

En los países ricos, la preocupación del organismo internacional se centra en la precarización y temporalidad de los puestos de trabajo de los más jóvenes. «Es una fuente de ansiedad e impide su independencia económica», sentencian.