El empleo se estanca en pleno agosto con apenas 6.822 cotizantes más

España tiene unos 450.000 afiliados menos de media con respecto a los que contaba en febrero, justo antes de que se declarara el estado de alerta. Y unos 528.000 cotizantes menos que hace un año, según los datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social publicados este miércoles. En el peor momento de la pandemia, entre marzo y abril, llegaron a destruirse casi un millón de empleos de los que se han recuperado una tercera parte. Y ello sin contar con los más de 800.000 trabajadores que siguen en ERTE.

El dato de empleo de agosto supone el cuarto mensual consecutivo en el que el sistema suma ocupados tras la pandemia de la Covid-19. De hecho, es la primera subida media de un mes de agosto de toda la serie estadística. Históricamente, este mes solía arrojar un dato negativo por el efecto de las bajas de trabajadores contabilizadas el último día del mes, cuando muchas empresas despedían a sus empleados veraniegos. En esta ocasión, el pasado día 31 se contabilizaron casi 212.000 bajas.

Si se tiene en cuenta el dato de afiliación diaria, el dato que según el Ministerio de Seguridad Social mejor reflejaba el comportamiento del empleo en la pandemia, agosto ha cerrado con 71.423 empleos menos con respecto al último día de julio.

A partir de ahora, el mercado laboral inicia una senda descendente, como ocurre todos los años, por el fin de la temporada turística, que se ha visto lastrada casi desde la primera semana de agosto en 2020. Desde septiembre hasta marzo suele caer el número de empleos y aumentar el paro en un invierno laboral que llega repleto de incertidumbre.

El mes pasado creció la afiliación mensual en el Régimen General hasta los 15.462.464 ocupados (0,04% más), con un incremento de 6.546 afiliados. Sin los sistemas especiales Agrario, que restó 4.247 afiliados, y del Hogar, con 557 menos, el Régimen General sumó 11.350 ocupados en agosto, hasta los 14.397.137 trabajadores.

En el Régimen General los sectores que más afiliados sumaron fueron Actividades Sanitarias y de Servicios Sociales, con 31.795 afiliados más, Hostelería, con 24.536 y Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares, con 12.282.

El Régimen de Autónomos contó con 3.263.160 afiliados medios, tras un aumento de 402 (0,01%) y el Régimen del Mar registró 65.561 ocupados, 115 menos que en julio (-0,18%). Finalmente, el Carbón se situó en 1.191 afiliados medios (-11).

Al cierre del mes de agosto había 812.438 personas incluidas en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), lo que representa 306.104 personas menos que un mes antes. Este comportamiento implica un retroceso del 27,36% respecto al mes anterior y de un 76% respecto a los máximos registrados el 30 de abril. De esta forma, al cierre de agosto, tres de cada cuatro personas incluidas en ERTE durante la pandemia han salido de esta situación.

De las 812.438 personas en ERTE, 165.598 tenían una suspensión parcial, lo que supone algo más del 20% del total de trabajadores incluidos en expedientes temporales de empleo.

A 31 de agosto, el número de personas trabajadoras en ERTE por fuerza mayor asciende a 663.656, lo que supone 268.953 menos que al cierre de julio, que eran 932.609 (-28,83% en el mes). Por su parte, las personas incluidas en ERTE de no fuerza mayor ascendían a 31 de agosto a 148.782, con una caída de 37.151 personas (-19,98% de merma mensual).

La duda reside ahora en cómo van a ser los ERTE a partir del 30 de septiembre, cuando concluye el régimen legal actual, ya prorrogado desde el pasado mes de junio. El Secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez, ha ofrecido alguna pista sobre por dónde pueden evolucionar los futuros expedientes temporales. No serán generalizados. «Hay una especie de concentración de la regulación del empleo en determinados sectores y eso se deberá tener en cuenta», ha indicado en la rueda de prensa de presentación de los datos del paro. A su juicio, la comisión tripartita (Gobierno, empresarios y sindicatos) que negociará los nuevos ERTE -la primera reunión está prevista para este viernes en Palma de Mallorca- debe dar «una respuesta adecuada a la situación de un mercado de trabajo» en el que el turismo y la hostelería acumulan la mayor parte de los trabajadores que siguen con el empleo hibernado.

El número de personas paradas ha aumentado en 29.780 personas (0,79%) en el mes de agosto, en relación con el mes anterior. Es un aumento inferior al que se ha producido en este mismo mes en los últimos cuatro años. Agosto es un mes tradicionalmente malo para el empleo debido al fin de la temporada turística de verano. Aunque este incremento escaso también se explica porque muchos ciudadanos han dejado de buscar empleo a la espera de la evolución del coronavirus por el cierre de numerosas actividades. En estos momentos hay 3,8 millones de parados registrados.

El paro registrado se reduce en el sector de la Agricultura en 13.523 (-6,61%) personas. Sube, sobre todo, en Servicios, con 20.216 (0, 76%) personas más debido, en gran medida a las restricciones de movilidad determinadas por los principales países emisores de turismo del mercado español. Sirva como contexto que el aumento del paro en el sector Servicios no alcanza ni el 10% del que se produjo en los meses de marzo y abril. En la Construcción se produce un incremento en 7.983 (2,68%) y la Industria anota 2.981 (0,96%) inscritos más. Por último, el colectivo Sin Empleo Anterior se incrementa en 11.853 (3,78%).

En el mes de agosto se han firmado 1.118.663 contratos, según los datos comunicados al SEPE, una cifra que equivale al 73,6% de los contratos firmados en agosto de 2019. En agosto se han firmado 96.275 contratos de trabajo de carácter indefinido. Representan el 8,61% de todos los contratos.

Por otra parte, 4.180.418 personas recibieron una prestación del Servicio público de Empleo Estatal en el mes de julio, 949.202 personas menos que en el mes anterior. De ellas, un 1.912.197 estaban incluidos en un ERTE. El gasto total en prestaciones en el mes de julio ascendió a 3.238 millones de euros, 877 millones de euros menos que en el mes de junio y 2.270 millones de euros (-58,8%) menos que en el mes de mayo, cuando la partida de prestaciones alcanzó su máximo durante la pandemia. Y el gasto en prestaciones derivadas de ERTE fue de 1.265 millones de euros, 2.052 millones menos que en mes de mayo cuando esta cifra alcanzó su máximo valor.