Las empleadas del hogar contarán también con un subsidio en esta crisis

Por ello, el Ministerio de Trabajo prepara una ayuda extraordinaria para estas trabajadoras, según confirmaron a este periódico fuentes de este departamento, aunque aún no está claro en qué Consejo de Ministros se aprobará ni otros aspectos como la duración o cuantía. Una de las opciones que barajan es que se trate de una prestación semejante a los otros subsidios aprobados para hacer frente a esta crisis (el paro para los afectados por un ERTE o para los autónomos), por lo que, de ser así, equivaldría al 70% de la base de cotización de la trabajadora.

Pero el problema es que muchas de ellas no están dadas de alta en la Seguridad Social, por lo que no tendrían acceso a esta prestación, ya que la economía sumergida tiene un gran protagonismo en este sector. Así, mientras que apenas llegan a las 400.000 las altas en el Sistema Especial del Hogar, el número de trabajadoras supera los 580.000 con datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). Esto significa que más de 186.000 trabajan en B, sin papeles, prácticamente una de cada tres, y, de igual manera, un elevado porcentaje son extranjeras.

Ésta era precisamente una de las reinvindicaciones que llevaban haciendo desde el primer momento los sindicatos: establecer una ayuda para proteger a estas trabajadoras que son el eslabón más débil del mercado laboral.

Pero ya no solo para proteger a los numerosos despidos que se están dando entre este colectivo, que de igual manera está mucho mas expuesto a quedarse en la calle, puesto que el empleador puede extinguir el contrato laboral en cualquier momento. Eso sí, tendría derecho a una indemnización de doce días naturales de salario por año de servicio, con un límite de seis mensualidades.

En este sentido, CC OO denunció que mientras a algunas se las está despidiendo, a otras se las obliga a acudir a sus empleos sin la protección necesaria frente al coronavirus, y a otras se les imponen días vacaciones obligatorios. A su vez, advirtió de que otras se ven forzadas a realizar jornadas interminables, quedando en muchos casos confinadas en los domicilios en los que trabajan, sin que la familia empleadora respete su horario de descanso, una situación que se agrava cuando en los domicilios conviven menores por el cierre de las escuelas, con personas adultas teletrabajando y personas dependientes.

Pero se da también lo contrario: muchas otras internas pierden hasta su techo, al no disponer en la fecha del despido de otra residencia, ni medios para conseguirla, y con la facilidad añadida que implica el bajo coste de sus despidos, según advierte el sindicato liderado por Unai Sordo.

Por ello, tanto desde CC OO como desde UGT pidieron en la reunión que mantuvieron con miembros del Gobierno medidas extraordinarias para que ninguna trabajadora del hogar se quede atrás. Plantearon una compensación equivalente a la prestación por desempleo declarada para otros colectivos y, no menos importante, que les lleguen las medidas preventivas necesarias para efectuar su trabajo con el menor riesgo, ya que actualmente están fuera del ámbito de aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.