Dos años después de la entrada en vigor de los nuevos modelos de contratación en España que impuso la reforma laboral, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha puesto, por fin, encima de la mesa una de las cifras que más se han demandado en los ... últimos años: cuántos trabajadores fijos discontinuos hay en España y cuántos están inactivos. Pero se trata de una cifra un tanto contradictoria con los registros que publica mensualmente su propio ministerio, el de Trabajo; contradictoria con los datos que difundió hace un año el SEPE en el Congreso; e incluso con las propias declaraciones que han hecho desde su departamento argumentando que es imposible dar este dato porque «no lo tienen». Y de esto hace poco más de dos semanas…
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«Hemos pedido al INE que nos dé, con sus microdatos, los datos de fijos discontinuos inactivos, y se los voy a dar, anoten ustedes. Son exactamente 55.300 personas en periodo de inactividad de 18 millones de personas asalariadas», señaló la vicepresidenta en el Senado en respuesta a una pregunta del PP. Díaz precisó además que hay un total de 651.500 fijos discontinuos en España, 278.000 más que antes de la reforma laboral, y estos representan el 3,1% de los 18 millones de asalariados que hay en el país. «Esto debería ser un motivo de orgullo para ustedes también», reprendió.
Que la ministra de Trabajo pida datos relativos a la afiliación al instituto de estadística resulta un tanto chocante, puesto que su departamento publica puntualmente cada mes cuántos trabajadores hay dados de alta en el sistema y los desagrega por el tipo de contrato que tienen. Según los datos del Ministerio de Trabajo, en febrero había un total de 819.632 afiliados que tienen un contrato fijo discontinuo, 168.132 más que los que dice Díaz.
Pero la diferencia es mucho más abultada en el caso de los trabajadores fijos discontinuos que están inactivos, es decir, aquellos que tienen un contrato vigente pero están esperando que la empresa les llame para reincorporarse, en su inmensa mayoría del sector de la hostelería y el campo. La cifra de poco más de 55.000 que dio este martes la ministra se contradice totalmente con la que ofrece el Servicio Público de Empleo (SEPE): hay 735.996 registrados, con datos también de febrero. Son los que están clasificados como demandantes de empleo con relación laboral, que, aunque no todos, la inmensa mayoría son discontinuos sin empleo, aunque ahí también se incluyen los trabajadores en ERTE y otros colectivos, pero que son un número muy pequeño, residual. Es decir, la cifra que ofrece Trabajo multiplica por doce la que esgrimió Díaz.
Y no solo eso, sino que esta cifra de apenas 55.300 inactivos choca también con los más de 437.000 que reconoció en diciembre de 2022 el propio ministerio de Trabajo en una respuesta escrita al Senado, tras sólo unos meses de aplicación de la reforma laboral, que ha disparado este tipo de modalidad intermitente, hasta duplicarla con creces.
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«Es simplemente absurdo que insistan en dar esa cifra y ocultar la real, cuando se han firmado casi cinco millones de contratos fijos discontinuos desde que ha empezado la reforma y el número de personas en alta en seguridad social con dicho contrato sólo ha crecido como en 500.000», sostiene Valentín Bote, director de Randstad Research. Bote considera «francamente incomprensible que siendo el ministerio de Trabajo la fuente primaria de datos respecto a los demandantes de empleo en España, se apoyen en un dato de la EPA».
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