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El absentismo, al igual que el paro, es otro de los problemas del mercado laboral español que se está enquistando, que impacta muy negativamente en las empresas, sobre todo en las pymes, y que se extiende también a la economía de un país, puesto que ... supone un coste muy elevado para las arcas del Estado. Y este problema, lejos de reducirse, se está agravando al protagonizar en estos últimos años una tendencia al alza imparable. Así lo denunció este jueves la patronal de las pequeñas y medianas empresas del país, Cepyme, durante la celebración de una jornada para analizar su impacto en la actividad económica.
Lo paradójico es que en la actualidad España tiene prácticamente el mismo absentismo que tenía en plena emergencia sanitaria, durante la pandemia, cuando millones y millones de españoles se vieron obligados a faltar a sus trabajos afectados por la covid-19. Así, si en 2020 su tasa escaló a máximos y se situó en el 7,1%, en 2023 solo se ha conseguido rebajar este nivel una décima y se mantiene estabilizado en el 7%, frente al 5,2% que se registraba en 2018.
Equivale esto a que en torno a 1,5 millones de trabajadores españoles, de un total de unos 19 millones de asalariados, no acudieron ni un solo día del año a su puesto, cuando antes de la crisis sanitaria la cifra rondaba el millón o 1,1 millones. Estas ausencias laborales han supuesto un coste total de 135.000 millones de euros anuales, englobando gastos tanto directos como indirectos para la Seguridad Social y las empresas, además de las pérdidas económicas por lo que se ha dejado de producir, según estimaciones de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT).
Este fuerte aumento se refleja también tirando de datos oficiales del INE. Así, el número de horas no trabajadas por asalariado se ha disparado un 32,3% en los últimos cinco años, al pasar de 86 horas en 2018 a 113 horas en 2023. Es decir, el absentismo representó en 2023 14 días laborables por empleado.
La principal razón de esta eclosión del absentismo se explica casi íntegramente por el crecimiento de las bajas médicas, que se han duplicado en la última década, según advirtió durante su intervención Valentín Bote, director de Randstad Research. Así, si en 2013 el 2,5% de las horas perdidas se debían a las bajas médicas, en 2023 representaban el 5%. Representan entre el 75% y el 80% de las horas no trabajadas.
«¿Es que la gente se pone más mala ahora que antes? Lo dudo. ¿Es que hay más accidentes de trabajo? En absoluto», reflexionó este experto. Y añadió: «¿Qué está sucediendo? La explicación tiene que venir o porque hay más casos de bajas o las bajas son más largas. Y ambas cosas están sucediendo».
¿Cuáles son, entonces, las causas de este elevado absentismo? Ángel Nicolás, vicepresidente de Cepyme, señaló como uno de los principales motivos la saturación del servicio público de salud, «que está retrasando las citas, las altas… por falta de capacidad», y las listas de espera que hay para las intervenciones quirúrgicas. «Un constipado en Alemania dura cuatro días y en España, con mejor clima, veinte. No lo podemos entender», denunció.
Gerardo Cuerva vicepresidente de Cepyme, también achacó a este crecimiento esa «incesante aprobación de permisos retribuidos que se cargan siempre a las espaldas de las empresas».
Lo que no es hoy por hoy una de las causas es el proceso de envejecimiento de la población, puesto que, curiosamente, la mayor incidencia se produce entre los trabajadores de 16 y 45 años y baja a partir de los 45. De hecho, los menores de 30 años concentran el 26,2% de las bajas médicas.
El Gobierno va «a ir más allá» de la denominada 'ley rider' y va a regular también las plataformas digitales que se utilizan para la contratación de empleadas de hogar y de trabajadores de ayuda a domicilio, dos actividades que están profundamente feminizadas. Así lo anunció este jueves la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. «No hay atajos con los derechos laborales, repartas comida o cuides a personas mayores. Por tanto, no vamos a admitir que lo positivo que tienen las nuevas tecnologías sean una excusa para regresar a un modelo de derechos laborales del siglo XIX», advirtió Díaz.
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