El coronavirus destruye 285.000 empleos y deja casi 600.000 afectados por un ERTE

Pero aún así, con apenas dos semanas de pandemia de las 13 semanas en las que se realizó la encuesta, los datos que arroja son los peores de los últimos siete años: en el primer trimestre de 2019 se destruyeron más de 285.000 puestos de trabajo y se sumaron 121.000 parados más, las peores cifras desde el año 2013, cuando España estaba sumida en plena recesión económica. Y la tasa de paro escaló más de seis décimas hasta situarse en el 14,41%, un aumento que no sucedía en apenas un trimestre también desde hace siete años, mientras que la tasa interanual de creación de empleo se ha reducido a la mitad.

Y estos datos se quedan cortos de la realidad que está viviendo el país, prácticamente paralizado desde que el pasado 16 de marzo se declarara el estado de alarma, ya que en el número de desempleados no se incluye a los afectados por un ERTE con suspensión de empleo, puesto que, según la metodología de la EPA, se consideran ocupados mientras dicha suspensión sea inferior a tres meses, según explicó este martes el instituto estadístico.

De igual manera, el número de parados reales será con toda probabilidad mayor, ya que el INE advierte a su vez de que «es probable que muchos trabajadores que hayan perdido su empleo se hayan clasificado como inactivos debido a que no han podido cumplir con las condiciones de búsqueda de trabajo que la definición de paro de la EPA determina para que sean considerados parados». Y es que la población inactiva (personas que no trabajan pero tampoco están buscando empleo) se ha desplomado en 257.500 personas en este trimestre, lo que puede ser también un reflejo de los ERTE.

Así, probablemente el dato que más se acerque al efecto que haya tenido dos semanas de pandemia en el mercado laboral es el hecho de que se ha disparado el número de trabajadores afectados por un paro parcial de su empresa por razones técnicas o económicas o por un expediente de empleo, hasta el punto de que se ha situado en 578.300 en este primer trimestre, frente a los poco mas de 15.000 que había a finales de 2019. Es decir, hay 562.900 personas mas afectadas por un ERTE que el trimestre precedente, una cifra que también se queda corta puesto que a día de hoy más de 520.000 empresas se han acogido a un expediente de empleo, mandando a sus casas temporalmente a cerca de 4,2 millones de trabajadores, que cobran una prestación del Estado.

Estos casi 600.000 trabajadores con el empleo suspendido explican a su vez otro dato llamativo de esta EPA: la subida de cerca de 510.000 ocupados que no han trabajado en la semana de referencia, otra cifra que no tiene precedentes en un primer trimestre y que refleja la dimensión de esta pandemia.

Si, como se ha comentado, este elevado número de afectados por un ERTE no se computan en el total de parados ni en la caída del empleo, sí tiene su reflejo en el número efectivo de horas trabajadas, que ha experimentado un «importante descenso» del 4,25% «debido al periodo en el que ha sido necesario limitar la actividad económica», tal y como precisa el INE. «Para encontrar un descenso del tiempo de trabajo superior en un primer trimestre hay que retroceder a 2009», admite el propio instituto estadístico.

Lo que sí se traduce la caída de la ocupación de más de 285.000 personas es en un desplome del crecimiento anual del empleo, que pasa a reducirse a la mitad en solo un trimestre: del 2,06% en el cuarto trimestre de 2019 al 1,08% en este comienzo de 2020, su ritmo más lento desde principios de 2014. De esta forma, en los últimos doce meses se han creado solo 210.000 empleos, lejos de ese medio millón largo que se generó en los primeros años de recuperación. La cifra total de ocupados se aleja así de los 20 millones para situarse en los 19,68 millones de personas.

La pérdida de empleo del primer trimestre se concentró casi en exclusiva en el sector privado, en el que se midió un descenso de 280.300 ocupados (-1,68%), mientras que en el sector público la pérdida de empleo fue mucho menos intensa: -5.400 ocupados (-0,16%). Por ramas de actividad, la hostelería lidera la destrucción de empleo, con una caída de 114.000 ocupados respecto al trimestre anterior, seguida del comercio (-57.600) y transporte (-31.700), precisamente los tres sectores más afectados por el confinamiento.

Pero además, en estos tres sectores se concentran un 44% de los afectados por un ERTE. De igual forma, Cataluña y Canarias muestran una mayor concentración de suspensiones de empleo respecto al peso de su mercado de trabajo en detrimento de Baleares, que es la CC AA que menos ha empleado esta vía de ajuste (y que más empleo ha destruido), según destaca Asempleo.

Por otra parte, los trabajadores temporales, como ya se observó en la afiliación de marzo, han sido los más afectados por la destrucción de empleo (-225.000), mientras que los indefinidos registran una caída más leve de 30.000 ocupados, ya que tres de cada cuatro trabajadores afectados por un ERTE tiene un contrato indefinido.

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, cree que el dato de paro que refleja la EPA del primer trimestre es «desolador» y que lo importante es volver a la actividad para evitar «el drama» que vive España en estos momentos.

«Es evidente que todo tiene que ir con criterios de prevención y con guías, pero es cierto que algún día habrá que ir abriendo», ha remarcado, tras apuntar que todo indica que se tiene que empezar a hacerlo.