España protagoniza el mayor descenso de la tasa de paro de la UE

Para España, hay buenas y malas noticias. Comenzando por la última, el país se mantiene a la cola del paro (con una tasa del 19,2%, una décima menos que en septiembre, es el segundo estado con más desempleo después de Grecia), pero en cambio protagoniza el mayor descenso interanual de la zona euro y el segundo mayor del conjunto de los Veintiocho: ha experimentado una caída de dos puntos porcentuales en un año.

Es evidente que existen grandes desigualdades entre los 19 países que tienen al euro como moneda. Las tasas de desempleo más bajas las registraron en octubre República Checa y Alemania, un 3,8% y un 4,1%, mientras que -como ya se ha dicho- Grecia y España cuentan con el mayor número de desempleados, con un 23,4% (cifras de agosto) y un 19,2%, respectivamente.

La segunda economía de la eurozona, Francia, se mantiene muy cerca de la media: registró un descenso del 9,9% en septiembre al 9,7% un mes después, una tendencia similar en ese período en gran parte de los países europeos como Italia (del 11,7% al 11,6%) y Portugal (del 10,9% al 10,8%).

Respecto a los 28 países de la Unión Europea, la cifra también cayó una décima en octubre hasta el 8,3%, su nivel más bajo desde febrero de 2009. Solo Malta registra un ligero ascenso: del 4,8% al 4,9%.

Elevado paro juvenil

Muy preocupante sigue siendo el elevado paro entre los más jóvenes, que duplica con creces la media en la mayor parte de los países. Así, la tasa de desempleo de los menores de 25 años en la eurozona se mantiene estable en el 20,7%. España duplica con creces este porcentaje y escala hasta el 43,6%, siete décimas más que en septiembre y de nuevo la segunda más alta de la región, solo superada por Grecia (46,5% en agosto). Los niveles de desempleo juvenil existentes en Alemania (6,9%) o Países Bajos (10,5%) son, incluso en el horizonte más lejano, un reto casi imposible de conseguir.

Por sexos, el porcentaje de mujeres sin trabajo en los países con la moneda única descendió en octubre al 10,1%, seis décimas por encima de la de los hombres (9,5%).