Miguel Borra, presidente de CSI-F: «La sociedad quiere cambiar el bipartidismo sindical»

CSI-F propone un plan de regeneración democrática sindical que acabe con un sistema de representación "a favor de los dos sindicatos mayoritarios a nivel estatal y de los sindicatos de ámbito autonómico". Este jueves, celebra en Cáceres su VIII_Congreso Nacional, que elegirá a la próxima ejecutiva para la que se presenta el actual presidente Miguel Borra.

El Congreso aprobará también un código ético, que limitará a dos mandatos consecutivos de cuatro años -puede haber una prórroga excepcional- cualquier cargo orgánico del sindicato, y obligará a dimitir a quien se presente en alguna candidatura o desempeñe funciones en un partido político u organización empresarial sin que pueda volver a ocupar un cargo en los cuatro años siguientes. Además, todo responsable de CSI-F que sea encausado por hechos no directamente vinculados a la actividad sindical tendrá que presentar la baja voluntaria. Además, las horas sindicales serán controladas y reguladas.

CSI-F quiere lograr representatividad en el sector privado ¿Qué ofrece?

La sociedad ha cambiado y demanda más pluralidad. Igual que en política ya no domina el bipartidismo, también quiere cambiar el bisindicalismo imperante. Nosotros ofrecemos profesionalismo, no tenemos ideología política y, en cada ámbito, cada grupo de trabajadores se negocia lo suyo, sin responder a dogmas o mandatos. Ofertamos un modelo más nuevo, transparente, con cuentas auditadas desde 2012, donde ningún cargo cobra porque todos tenemos nuestros puestos de trabajo y donde estamos de paso. Es un camino que iniciamos ahora y que va a estar lleno de dificultades porque las leyes que rigen la vida sindical son antiguas y bonifican a los sindicatos tradicionales.

¿Qué cambios legislativos pide?

Las modificaciones que proponemos no van a gustar a otras organizaciones sindicales que están intentado mantener su statu quo. Pedimos unas leyes que favorezcan la pluralidad. Por ejemplo, bajar del 10% al 5% -como a los partidos políticos- el nivel de representatividad exigido para poder promover elecciones sindicales o participar en el diálogo social. También que en el momento en que se dé de baja una empresa en la Seguridad Social, sus delegados dejen de computar -ahora se mantienen y eso dificulta a los nuevos sindicatos su representatividad- o que cuando acaben los mandatos sindicales en las empresas se puedan promover elecciones por cualquiera porque ahora se eternizan los delegados al no convocar ninguno de los dos grandes porque no les interesa.

¿La sociedad demanda sindicatos?

Los trabajadores están mejor con los sindicatos, sin duda.