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Amparo Estrada
Miércoles, 17 de junio 2015, 14:28
El presidente de CEOE, Joan Rosell, ha avanzado un poco más en la pretensión de los empresarios de flexibilizar el despido -hasta lo que se puede denominar despido libre- que ayer anticipaba el vicepresidente de la patronal, Antonio Garamendi. Rosell ha defendido que "hay que ... tecnificar" el despido y permitir que una empresa se pueda reestructurar si tiene perdidas. En realidad, la reforma laboral ya incluyó como causa económica para un despido objetivo que la empresa tenga pérdidas actuales o previstas o la disminución persistente de su nivel de ingresos o ventas. Y la ley dice que se entenderá que la disminución es persistente si se produce durante tres trimestres consecutivos. Además, con la reforma laboral de 2012, la empresa ya no tiene que justificar la "razonabilidad" de la decisión de despedir con el fin de mantener a la empresa en el mercado. Sin embargo, los cambios introducidos por la reforma laboral no le parecen suficientes al presidente de CEOE, que defiende la necesidad de facilitar los despidos en las empresas cuando tengan pérdidas "porque una reestructuración es mejor que cerrar la empresa". Rosell señalo que "la reforma laboral no fue suficiente porque se destruyeron 250.000 empresas".Añadió que en otros países, como Italia o Francia, también se está pensando en avanzar por este camino de la flexibilización del despido. "Ni mucho menos está todo hecho (en la reforma laboral). Hay muchas cosas legales que están lejos de la realidad", apuntó.
Los empresarios quieren que el despido tenga menos restricciones y sobre todo que no quede a la interpretación de los jueces, tras la experiencia pasada en la que los tribunales han echado abajo muchos expedientes de regulación de empleo (ERE). La reforma eliminó la autorización administrativa y ahora el único filtro que queda es el de los jueces.
Por otra parte, Rosell abogó por dar más formación a los parados, pero también porque estos hagan "trabajos sociales", que no quiso concretar.
En su discurso ante la Asamblea General de la CEOE, su presidente lanzó una advertencia política: "Hay que tener cuidado con los que quieren hacer saltar todo por los aires". "Los empresarios no nos decantamos ni por la nueva ni por la vieja política, sino por la buena política, por la pragmática porque los recursos son finitos", subrayó el líder de los empresarios en una alusión que muchos entendieron iba dirigida a Podemos y a algunas coaliciones de izquierdas que han obtenido el gobierno de ayuntamientos.
La Asamblea General, la primera que se celebra desde las elecciones en que salió reelegido Rosell, aprobó las cuentas de 2014 y el presupuesto para 2015. La organización ha congelado los sueldos este año tras registrar unas pérdidas de 1.122.000 euros el año pasado por la caída de ingresos procedentes de las cuotas y aportaciones de sus socios. Para este año, el déficit previsto es de 505.000 euros con el objetivo de volver al superávit en 2016.
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