Acaba el 'efecto crisis' en el absentismo laboral, que crece seis años después

La tasa de absentismo se define como el porcentaje de horas no trabajadas (sin contar vacaciones, festivos ni horas perdidas debido a ERTEs) respecto a la jornada pactada efectiva. Por regla general, las comunidades autónomas que registran más horas no trabajadas son las que presentan más horas efectivas y más horas pactadas. Baleares, Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha, Cantabria y Canarias son las que en 2014 presentan más horas efectivas trabajadas. Por sectores, la tasa de absentismo fue más alta en Servicios (4,5%, aunque alcanzó un máximo del 5,1% en 2007), seguido por la Industrias con un tasa del 4,3% (en 2007 era del 5,5%) y la Construcción, con un 3,1% (máximo del 3,7% al inicio de la crisis).

El acuerdo marco para el Empleo y la Negociación Colectiva firmado entre patronales y sindicatos recientemente incluye la posibilidad de vincular los complementos salariales en las bajas por enfermedad al control del absentismo. Sin embargo, el informe de Adecco considera que para controlar el absentismo son mucho más efectivas políticas de flexibilización y de conciliación que medidas coercitivas o de complementos.

El 91% de las empresas controlan las ausencias exigiendo la presentación de justificantes médicos o de otro tipo y tan sólo el 2% dispone de sistemas de flexibilidad horaria. Los únicos precursores de bajas por Incapacidad Temporal no justificadas que tienen algo de relevancia son los relacionados con la conciliación de la vida laboral y familiar o con afecciones leves de enfermedad. Por el contrario, el estudio concluye que los llamados 'efecto lunes' o 'efecto puente', el mal ambiente de trabajo o el mobbing apenas tienen incidencia.